La Tercera | Profesor Gustavo Balmaceda analizó el efecto disuasivo del aumento de penas en la comisión de delitos
“Si bien existe una corriente dominante que cuestiona la correlación entre severidad punitiva y reducción delictiva, existen fundamentos teóricos y empíricos que sustentan su potencial eficacia disuasoria en determinadas circunstancias y para ciertos tipos delictuales”, señaló el académico.
En sección Frente a frente de La Tercera, el profesor Balmaceda debatió en torno al efecto disuasivo que el aumento de penas tendría en la comisión de delitos.
“El potencial disuasorio del castigo se maximiza cuando convergen dos factores fundamentales: la certeza en la aplicación de la sanción y la severidad de la misma. Aunque tradicionalmente se ha enfatizado la preponderancia de la certeza sobre la severidad, las tendencias contemporáneas en criminología reconocen que ambos elementos operan sinérgicamente. El incremento punitivo, cuando se acompaña de mecanismos que aumentan la probabilidad de detección y sanción, puede configurar un escenario con mayor potencial disuasorio para determinados perfiles delictuales”, explicó el académico.
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