Mentalizarse, organizar el espacio y definir horarios aconseja psicóloga para realizar teletrabajo
Tomar conciencia de que es un período de trabajo y no de vacaciones es fundamental, “porque la actitud mental cambia de acuerdo a la función que se asigna”, aconseja la académica.
El coronavirus y la cuarenta han obligado a modificar las formas de trabajar a la mayoría de las personas. Esta situación ha convertido el trabajo remoto o teletrabajo en una gran alternativa de las empresas para dar continuidad al trabajo de sus equipos.
Para que el trabajo en casa sea efectivo la psicóloga Natalia Salas, académica de la Facultad de Educación, Psicología y Familia de la U. Finis Terrae, recomienda tomar conciencia de estar trabajando.
“Hay que entender que no se está de vacaciones, con tiempo libre o en una asignación laboral extra, porque la actitud mental cambia de acuerdo a la función que le asignamos a las tareas que debemos realizar”, dice la académica.
Inicio de la jornada y espacio
La psicóloga aconseja establecer una serie de acciones y actitudes para que el organismo entienda que está “casi como si se estuviera en la oficina o espacio laboral”, dice.
Antes de iniciar la jornada sugiere: “levantarse como lo haría para irse al trabajo, bañarse, vestirse de forma cómoda y activar el organismo para que perciba que va a trabajar”.
Respecto al espacio físico donde se va a trabajar, la académica recomienda que sea “un espacio sin distracción, en la medida de lo posible, y cómodo pero activador, porque ningún organismo entiende que debe trabajar 6 a 8 horas en una cama”, explica.
También recomienda buscar una mesa, un escritorio o un espacio similar al que usualmente se usa, con el equipamiento lo más similar a la estación de trabajo.
Recomendaciones útiles
La psicóloga Natalia Salas, académica de la U. Finis Terrae, aquí entrega cinco recomendaciones útiles para implementar el teletrabajo:
1. Conversar con la familia (especialmente si hay niños/as) que estará trabajando. Esto es relevante, dice la psicóloga, porque le da claridad a todos de por qué su atención no estará puesta en ellos/as sino en otras acciones, como usar un computador, hacer llamadas o video llamadas, revisar material o crear material, entre otros.
2. Hacer un plan de cómo se organizará el espacio y el tiempo para realizar las labores de trabajo. Una sugerencia, dice Natalia Salas, es no intentar hacer todo el trabajo a la vez, en un bloque extenso para librarse de horas en la tarde/mañana. “Estresar al organismo para hacer el trabajo cotidiano condensado en pocas horas, solo agotará y distraerá a la larga”, explica.
3. Hacer un plan de lo que harán las otras personas que estarán en casa. Si son niños/as, qué actividades realizarán, quién será el responsable y comunicar el plan de forma tal que todos sepan lo que sucederá.
4. Establecer horarios de manera conjunta con las jefaturas, tratando de respetar el horario habitual de la jornada laboral. No obstante es importante reconocer que se está en un estado de excepcionalidad, por lo que pueden emerger situaciones en horarios no convencionales. La clave es el diálogo, y ponerse de acuerdo con la jefatura respecto de cuándo y cómo comunicarse en este tipo de situaciones.
5. Si hay niños en casa, aconseja idear actividades que les permitan sentirse parte de la situación y con ánimo de colaborar. Es muy importante tener estas actividades pensadas y anticiparse, de modo de reducir la improvisación lo más posible. “Improvisar puede ser un desafío interesante, pero tomará tiempo y espacio que después deberá invertir en las tareas no realizadas”, añade.