Observar y analizar diferentes modelos educativos en contextos rurales fue el objetivo del Viaje Académico que realizaron 18 estudiantes de tercer año y cuatro docentes de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad Finis Terrae, a comunidades mapuche en la comuna de Villarrica, en la Región de la Araucanía.

Durante una semana, en octubre pasado, este equipo se sumergió en experiencias prácticas de aulas en escuelas unidocentes y multigrados y pudo conocer diversas realidades educativas.

Acompañados por Lilian Moreno, coordinadora Académica y Formación Práctica, y Sebastián Escobar, docente de la carrera, los estudiantes visitaron la Escuela Huallapulli, Escuela Poeta Ercilla, Escuela Francisco Malloco Lolenco y Escuela Virgen de la Candelaria.

“La experiencia de vivir este viaje académico en la formación inicial docente permite conocer otras realidades educativas propias del territorio nacional, manejar contextos de aula en la cultura mapuche y desempeñarse en espacios multigrado y/o unidocente. Además, esta experiencia suele reafirmar la vocación y el compromiso por la educación en nuestros estudiantes”, explicó Lilian Moreno.

Valentina Calderón, estudiante de tercer año de Pedagogía en Educación Básica, comentó lo importante que fue este viaje académico para su formación como futura docente, destacando la experiencia de la educación en escuelas rurales.

” Esta experiencia me brindo un aprendizaje sumamente importante para mi formación docente, tomando otra perspectiva sobre la educación en nuestro país. En este viaje académico viví en primera persona la educación rural, la cual superó todas las expectativas previas al viaje. Cada uno de los días que estuvimos en Villarica me entregó un aprendizaje para mi formación docente. Pude conocer cómo eran las escuelas rurales y cómo los pocos docentes a cargo de estas escuelas se encuentran entregados a la pedagogía y a sus estudiantes, teniendo una enseñanza menos rígida que en el sector urbano. Los docentes aprovechan el lugar en el que se encuentran, es decir, la naturaleza primaba en la enseñanza del alumnado siendo este un trabajo interdisciplinar”, explicó.

Los docentes en formación vivieron durante una semana la realidad del trabajo pedagógico, pero principalmente experimentaron la cotidianidad de trabajar en estas zonas, permitiéndoles adentrarse por completo a la situación que se vive en el lugar.

Además, los estudiantes pudieron experimentar la rutina diaria que viven los estudiantes para llegar a estas escuelas. Los futuros docentes pudieron, por ejemplo, hacer el mismo recorrido desde sus casa a la escuela, ser responsables de calefaccionar los espacios antes de iniciar las clases y cosechar frutas y verduras en los propios huertos escolares.

Al terminar el viaje, los docentes en formación prepararon un espacio para compartir y agradecer a las y los profesores de las escuelas visitadas por las valiosas experiencias que compartieron sobre sus años como profesionales de la educación, en los que sobrellevan la complejidad de las diversas realidades de las escuelas rurales.