Es importante comprender que Santiago no es Chile, y que las regiones y zonas más alejadas de nuestro país tienen sus características propias que las hacen inmensamente especiales y enriquecedoras en todo ámbito, y por supuesto que esto se replica en el mundo de la educación.Si bien las realidades de cada escuela, colegio o liceo son diferentes entre sí, esto se hace mucho más notorio en el caso de establecimientos educacionales rurales, donde al contar con menos estudiantes matriculados y ser solo un docente en el aula, estos últimos asumen una multiplicidad de funciones, y así dan pie a cursos en salas multigrado, donde estudiantes de diferentes niveles comparten una misma aula.

Para empaparse de esta realidad y conocer en primera persona cómo es trabajar en escuelas rurales alejadas, los estudiantes de 4° año de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad Finis Terrae realizan un viaje de 10 días a establecimientos educacionales de la región de La Araucanía.

“El objetivo de la pasantía rural es enriquecer la formación académica de los docentes en formación, mediante la integración de experiencias prácticas de diseño e implementación de clases, y del cumplimiento del rol docente, en contextos reales de docencia rural, multigrado y unidocente. Por esto se espera que nuestros estudiantes colaboren con los procesos educativos propios de la escuela, de acuerdo a las tareas asignadas por el docente guía (profesor de escuela), y se espera que puedan realizar clases en dichos contextos”, afirma Macarena Yancovic, directora de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad Finis Terrae.

En esta oportunidad, los estudiantes de pedagogía en Educación Básica realizaron sus pasantías rurales en cuatro recintos educativos del sur de Chile: Escuela Poeta Ercilla de la comuna Padre de Las Casas, Escuela Susana Ortíz de la comuna de Pitrufquén, y las escuelas Virgen de la Candelaria y San Francisco de Malloco, ambas de la comuna de Villarrica.

Esta instancia de colaboración de enseñanza-aprendizaje es celebrada por el director de la Escuela San Francisco de Malloco, Felipe Martínez, quien ve con buenos ojos que futuros docentes puedan adentrarse en el mundo de la enseñanza multigrado al visitar escuelas de la zona.

“Las escuelas rurales contienen una riqueza natural, social y cultural que las convierte en instituciones claves para desarrollar una educación de alta calidad, lo único que se necesita es realizar un trabajo responsable desde el punto de vista pedagógico y usar con pertinencia, todos los saberes que en ella subyacen. Las y los profesores aprenden a usar estos saberes locales y culturales al servicio de su profesión, generando en los niños aprendizajes significativos y motivación a profundizar su conocimiento conversando con su familia o investigando en otros espacios de conocimiento como bibliotecas o la red”, afirma Martínez.