Facultad de Derecho renueva acuerdo de colaboración con el Centro de Medidas Cautelares de los Juzgados de Familia de Santiago
El acuerdo de colaboración que vincula el trabajo de la Facultad de Derecho de la U. Finis Terrae con el Centro de Medidas Cautelares, tiene por objetivo mejorar el acceso a la justicia de todas las personas, independiente de su condición socioeconómica.
Firmado por primera vez en 2018, prorrogado en 2020 y ratificado nuevamente a fines de 2021, el acuerdo ha permitido a la Clínica Jurídica Civil Familia de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae entregarle representación jurídica de manera gratuita a más de dos mil personas de escasos recursos, en causas relacionadas con violencia intrafamiliar y medidas de protección de niños, niñas y adolescentes en los últimos cuatro años.
“Existe un trabajo sostenido en el tiempo muy profesional por parte de las abogadas, y muy responsable también por parte de los alumnos que siempre asisten a las diferentes audiencias con la mejor disposición para asumir las causas en que sean designados”, señaló durante la firma de renovación de este acuerdo, la jueza titular del Primer Juzgado de Familia de Santiago y coordinadora del Centro de Medidas Cautelares, magistrada Lorena Bruna. “Para nosotros es un gran avance poder mantener esta colaboración con la Universidad Finis Terrae”, resumió.
Asimismo la magistrada destacó que gracias a la calidad de la labor realizada por la Clínica Jurídica Civil-Familia de nuestra facultad, hoy sus profesoras a cargo forman parte de actividades “que van más allá de la celebración de este acuerdo” como su participación en mesas de curaduría de personas mayores y la realización conjunta de conversatorios sobre temas relacionados al tipo de causas tramitadas. Por último, la jueza Bruna felicitó a la Clínica Jurídica por la labor y el trabajo realizado, agradeciendo “sobre todo la disposición de las abogadas, de Militza y Carolina, que la verdad han sido fundamentales para llevar a cabo este proceso y poder seguir trabajando de manera constante y permanente”.
Durante la ceremonia de firma del acuerdo, el rector de la Universidad Finis Terrae, Cristián Nazer, destacó la labor realizada en conjunto por ambas instituciones y valoró que este convenio de colaboración permite “conectar a nuestros alumnos con realidades que a veces son muy duras, realidades que uno quisiera que no existieran pero que lamentablemente existen”, posibilitando que de esta manera los alumnos “ejerzan su labor con un sentido que va más allá de ellos mismos o de la mera retribución económica —la que por supuesto es muy legítima—, aportando de manera muy importante a su formación como profesionales comprometidos con el bien común”.
En esa misma línea el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, Ignacio Covarrubias, reflexionó en torno al concepto de bien común y como en él se conjuga virtuosamente la actuación individual con la esfera social de nuestra vida en común. Asimismo el decano destacó que este acuerdo colaborativo crea un círculo virtuoso que beneficia a todos sus participantes, mejorando el acceso de las personas de escasos recursos a una representación judicial de calidad, permitiendo la formación integral de los alumnos tanto como personas y como profesionales, además de coadyuvar a ambas instituciones a lograr sus objetivos institucionales.
Finalmente las profesoras Militza Glasinovic y Carolina Cabrera, coordinadoras y abogadas responsables de la Clínica Jurídica Civil-Familia de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, coincidieron en agradecer las palabras de las autoridades y destacar que el trabajo realizado “permite que los estudiantes, además de aprender litigación y procedimientos, se contacten con múltiples realidades, muy dolorosas, lo que redunda finalmente en un compromiso social con las personas más vulnerables de nuestra sociedad. Ello nos permite formar un estudiante que sabe, que tiene conocimientos de litigación, del derecho de fondo, que es muy responsable porque trabaja con casos reales y de personas que de verdad los necesitan, lo que también hace que sean estudiantes comprometidos con la labor social del Derecho”.