No lo pensaron dos veces y movidos por las ganas de seguir adquiriendo conocimientos, pero expandiendo sus horizontes, dos estudiantes de la carrera Ingeniería Civil Informática, Felipe González y Carlo Faúndez, viajaron a España para realizar sus pasantías.

Experiencia que no solo les aportó en sus estudios profesionales, sino que los hizo crecer y descubrirse como personas. En este enriquecedor proceso, la sólida formación y conocimientos entregados por la Facultad de Ingeniería, fueron trascendentales para ellos, ya que los jóvenes reconocen haberse sentido a la par de sus compañeros venidos desde todas partes del mundo, muestra de ello es que aprobaron todos sus ramos.

Con Beca en Santander

Felipe González, comenzó esta aventura postulando a la beca Universia Santander y tras pasar las diferentes etapas y resultar ganador, eligió como destino la Universidad Europea del Atlántico, en la costa norte de España. 

“Primero me informan que la universidad se había adjudicado una beca Santander, y que era para la Facultad de Ingeniería, entonces abrieron un formulario y postulé sin ninguna pretensión, nos llamaron a entrevistas personales y después me avisaron que me la había adjudicado”, cuenta. 

Para Felipe, el saldo de esta aventura es positivo. “Encuentro que el intercambio te abre el mundo, te permite conocer personas y diferentes culturas, todas de golpe. Tienes la mirada desde distintas partes. Un universo, como es la universidad”, reflexiona.

“A nivel personal, retorno con mayor madurez para enfrentar problemas, dado que tuve que vivir seis meses solo”, comenta, mientras que en lo profesional dice haber reconfirmado sus ganas por ser un informático, aunque nómade. “No quiero mantenerme en un lugar por mucho tiempo, porque creo que hay mucho mundo por conocer”, recalca.

Experiencia en León

El estudiante Carlo Faúndez, en tanto, realizó un proceso distinto. Dado su interés por vivir una pasantía en el exterior, averiguó en Relaciones Internacionales de la universidad, respecto de casas de estudios con las cuales existen convenios con la Facultad de Ingeniería y -entre las opciones- eligió la Universidad de León.

“Mi idea era tener otra perspectiva de cómo se estudia la ingeniería en otros lugares y quedé súper contento, porque las clases eran muy completas”, relata.

“La universidad de León es super grande, es muy conocida. Hay mucha gente que llega desde los alrededores de León a estudiar allá, entonces era como un barrio universitario. Conocí gente de muchos países”, cuenta.

En lo académico asegura no haber tenido mayores dificultades. “Una vez que estás allá, das el curso y si te concentras, igual como si lo estuvieras dando acá, no creo que tengas complicaciones. Las bases que te da la Finis son super buenas”.

De regreso en Chile, Carlo dice haber vuelto con grandes recuerdos. “Se lo recomiendo a cualquier persona.  Por los estudios ya es muy bueno, pero tiene muchos complementos como salir de tu país, vivir solo harto tiempo y es cambiar de lo que tú haces siempre. Si tienen la oportunidad, que no tengan ningún miedo, porque como nos prepara la Finis, estás súper bien. Es una experiencia increíble”, cierra.