Daniel Santoro: “A la corrupción hay que responderle con más periodismo”
El premiado periodista y escritor argentino inauguró el semestre académico de la Escuela de Periodismo con una inspiradora charla magistral. “Vale la pena hacer periodismo. Si me lo sacas, me muero”, afirmó.
El nombre de Daniel Santoro ha estado involucrado en centenares de investigaciones periodísticas en toda Latinoamérica. Descubrió la “ruta del dinero K”, que hizo caer al kirchnerismo en Argentina; destapó las fiestas del ex embajador argentino en Chile, Oscar Spinoza Melo, que valieron una crisis política entre ambos países; y fue buscado por develar el tráfico de armas hacia Ecuador y Croacia en los tiempos del ex presidente trasandino Carlos Menem, por citar algunas. Los reconocimientos a sus trabajos lo han hecho acreedor de los premios María Moors Cabot (2004), Rey de España (1995), Nuevo Periodismo FNPI (2002), Orden al Mérito en Italia (2007) y Sociedad Interamericana de la Prensa-SIP (2015), entre otros.
Santoro, en definitiva, es sinónimo de periodismo de investigación. Y el 20 de agosto pasado tuvo un encuentro online exclusivo con centenares estudiantes y docentes de la Escuela de Periodismo de la Universidad Finis Terrae, que lo escucharon desde su casa en Buenos Aires. “Hace 40 años que ejerzo el periodismo profesional, comencé como cronista en un periódico de la gran capital y ahora soy editor del diario Clarín, el diario de mayor circulación nacional y que tiene el segundo sitio web más visitado del país. Pero, por primera vez en mi vida, desde hace dos años me han embargado, procesado, se han metido en mi vida privada y el kirchnerismo intentó meterme preso (…) Han sido los dos años más difíciles de mi vida profesional. Ya me sobreseyeron en una de las causas, y he apelado a la otra. Pero Cristina Kirchner (actual vicepresidenta de Argentina) cree que la justicia no es el ejercicio del derecho sino quién acumula más poder político”, afirmó, vía Zoom.
El periodista acaba de publicar el libro “La batalla final de Cristina”, una investigación periodística que abarca todos los intentos de la ex presidenta trasandina para no enfrentar a los tribunales de justicia por las causas de corrupción que se mantienen abiertas. Eso implicó que Santoro -que ha entrevistado desde el Papa Francisco hasta Barack Obama- se viera involucrado en una trama política que le ha significado un desgaste laboral, pero también convertirse en el motivo de un movimiento periodístico (el hashtag #SantoroesPeriodismo fue trending topic en mayo y junio pasado) que ha reivindicado el trabajo profesional de los medios de comunicación.
“Los periodistas tenemos el cuero duro. Lo mío es un bombardeo constante, porque por primera vez se metieron en mi vida privada. Y eso que estuve en la crisis de las armas de Menem o con Spinoza Melo. Pusieron fotos de mi esposa, la dirección de mi casa, en internet. Son golpes bajos. He aprendido a defender mi entorno (…) El cuero duro te permite no quebrarte y controlar tus miedos”, contó Santoro. “Uno tiene que aprender a calibrar el peligro de lo que está sufriendo. Hay cosas que duelen. La sociedad argentina está polarizada. Nosotros hablamos de la grieta, que ha permitido el liderazgo político de Cristina Kirchner. Y eso me ha puesto frente a periodistas que están de su lado, que me conocen hace 20 años, que han estado comiendo en mi casa. Eso me duele: ver periodistas que han opinado sin información, estigmatizando mi figura. El kirchnerismo no asesina periodistas, pero su máquina busca asesinar tu prestigio profesional” apuntó.
Desde su punto de vista, el periodismo no solo debe informar o entretener, sino que “ser el perro guardián de la democracia”. Por lo mismo, hacer investigación en ese contexto no es fácil, pero “no dejé de cubrir los casos y nunca asumí el rol de contestar con descalificativos u opiniones. Yo sigo pasando información. A la corrupción hay que responderle con más periodismo”.
Para él, Chile ha sido un lugar importante en su vida. No solo porque vivió acá en los años 90, sino porque también lo sorprendió el estallido social de 2019. “El desafío es cómo lograr hacer periodismo de calidad con todas estas nuevas tecnologías y cambios”, afirmó.
Su Twitter ha sido denunciado más de 60 veces en distintos niveles, dadas sus investigaciones. Lo han tratado de censurar en innumerables ocasiones, pero siente que eso no lo debe amilanar para seguir buscando la verdad. “Yo recibo a todos los locos, llamadas anónimas y chequeo todo. Quizás solo el 5% pasa a ser una buena historia. Pero hay que hacerlo. Lo otro es el debate público, pero no voy a investigar eso, porque todos están detrás (…) todo depende de la iniciativa, ponerse a buscar y encontrar. El periodista debe salir de la redacción y caminar. Estar activo, saber que eso necesita trabajo y no quedarse con el discurso oficial”, sostuvo.
Considerado un maestro de la profesión y convocado a abrir los más importantes eventos de las comunicaciones en el mundo de habla hispana, Santoro dijo que todas las historias son importantes y que las tecnologías solo han venido a facilitar las formas de hacer el viejo periodismo. “El Gran Hermano sí opera en el periodismo de investigación (…) antes el monopolio del espionaje lo tenían los gobiernos, ahora cualquier empresa de morondanga puede acceder a eso”, agregó.
Motivado por la conversación con los estudiantes, el periodista y escritor aún cree que “vale la pena hacer periodismo. Si me sacas el periodismo, me muero. Mi vida gira, como todos los profesores que están acá, con los diarios, la información. No puedo pensar en mi jubilación así. Prefiero preguntarme por qué hay tanta tolerancia a la corrupción en Latinoamérica. ‘Roban, pero hacen’, se dice. Acá (en Argentina) luego de la tragedia de Once , se entendió que la corrupción mata (…) Por eso, lo que hacemos nosotros es una contribución a la sociedad, la república, el pueblo. El periodismo es un trabajo digno y la mejor profesión del mundo, como decía (Gabriel) García Márquez. Es una columna de la democracia que intenta encontrar la verdad”.
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