Académica Pamela Reyes expuso en U. Autónoma de Madrid sobre el arte y su potencial terapéutico ante desastres naturales
La arteterapia se abre como un camino hacia la recuperación de personas afectadas por eventos disruptivoscausados por una catástrofe.
Nuevamente, nuestro país sufre de un evento climático destructivo. Las lluvias han significado desborde de ríos, derrumbe de viviendas, evacuación de personas. La directora del Máster Artes en Salud y Arteterapia de la Universidad Finis Terrae, Pamela Reyes, expuso en el seminario del Grupo de Investigación en Vulnerabilidad Social, Cuidados y Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid sobre las posibilidades del arte en la recuperación de personas afectadas y damnificadas en desastres o catástrofes colectivas.
En la ocasión, además, la académica mostró los resultados de su tesis doctoral y dictó clases para el Máster en Arteterapia e inclusión social de la misma institución.
Consultada sobre cuál ha sido la experiencia del arte en la recuperación de personas afectadas por un desastre natural, respondió: “Los espacios basados en arte han mostrado un potencial para desde el punto de vista de la salud mental para contener, aliviar, brindar esperanza y conocer las experiencias subjetivas ante la amenaza. Además, el arte ha mostrado ser un recurso para la rehabilitación del entorno para fortalecer el sentido de lugar y recuperación de un orden estético en los territorios afectados”.
Agregó que el arte también se ha vinculado al activismo social “para denunciar inequidades sociales, pues los desastres naturales son factores de amenaza que se instalan en contextos políticos, económicos y sociales de vulnerabilidad. Por esto en política pública se les nombra como desastres socionaturales”.
La académica explicó que “la arteterapia, es un modo en que el arte puede apoyar a las personas más afectadas y consiste en la generación de espacios de cuidado y de hacer arte en un amplio sentido. El terapeuta es una persona con formación, capaz de generar un vínculo y un encuadre seguro para que paciente logre la externalización de las experiencias internas, y le entrega los recursos para el desarrollo de la creatividad, y le permita experimentar un espacio seguro”.
Añadió que para ser un arteterapeuta, “se debe tener una formación que involucra trabajo personal a través del arte, clases de psicología y pensamiento terapéutico, teoría y práctica grupal, conocimiento de metodologías basadas en arte entre otras. Sólo así, el arte se transforma en terapia y puede ser recomendada por un terapeuta. Esto es distinto a cuando pensamos en el arte en un sentido de bienestar”.
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