En el marco del mes de la Sostenibilidad en la U. Finis Terrae , el Centro de Estudios e Innovación en Odontología realizó la primera actividad del Laboratorio de Management en Odontología Sostenible, con la charla “Reflexión sobre la comparación de cepillos eléctricos y manuales, desde una mirada de impacto en la sostenibilidad” dictada por la directora del laboratorio, Dra. Paulina Castillo.

Según explicó la Dra. Castillo, la FDI promueve la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la rutina diaria de los dentistas, impulsando un cambio hacia una economía verde y una odontología más ambiental, a través de la gestión adecuada de los residuos generados en los tratamientos dentales. Esto implica medidas como evitar la contaminación del agua con sustancias químicas provenientes de los procedimientos odontológicos, optimizar el consumo de agua y energía, promoviendo prácticas como el cepillado dental consciente en los pacientes, implementar sistemas de gestión de residuos sólidos, incluyendo el reciclaje de materiales y la eliminación segura de sustancias peligrosas y fomentar el uso de materiales y equipos dentales que sean menos contaminantes y más eficientes energéticamente.

Cambios desde el sillón

¿Qué acciones pueden comenzar a implementar los Cirujanos y Cirujanas Dentistas para reducir el impacto ambiental de la profesión? A lo lejos parece que no mucho, pues existe una realidad que no se puede cambiar: la odontología genera residuos biológicos que deben ser desechados de manera muy específica, para luego proceder a su incineración. Pero hay prácticas concretas en las que se puede reducir, reciclar y reutilizar y aplicar cambios positivos en lo que a sostenibilidad se refiere.

Se puede reducir:

• El consumo de agua en la consulta
• El consumo de papel, con el uso de dispositivos electrónicos, historias clínicas, recetas, exámenes y otros documentos en versión digital.
• El consumo de plásticos, en productos como vasos de enjuague y envolturas de esterilización, optando por alternativas más sostenibles o esterilizables.

Se puede reciclar:

• Plásticos utilizados en la odontología, como los PET, PEAD, PESD, PS y PVC.
• Otros materiales generados en la consulta como papel, cartón, vidrio y metal.

Se puede reutilizar:

• Equipos odontológicos en buen estado, como lámparas, autoclaves y sillones dentales.
• Materiales como pilares de cicatrización, bolsas de esterilización y colados dentales, dentro de los parámetros de reutilización, esterilización y vida útil que corresponda.

Ampliando el Debate

Durante su charla, la Dra. Castillo abrió el debate sobre los desafíos de una transición hacia una odontología más sostenible, mencionando puntos como que la inversión en equipos y materiales más sostenibles puede ser mayor, el hecho de que muchos profesionales (particularmente en Chile) no cuentan con información disponible o investigaciones que sean de utilidad para implementar estos cambios, y por supuesto, la resistencia al cambio entre los profesionales que ya llevan muchos años con hábitos y rutinas establecidas.

Sin embargo, también existen numerosas oportunidades que necesitan ser exploradas en la opinión de la Dra. Castillo, quien aseguró durante su conversatorio que el sector odontológico está experimentando una gran innovación en el desarrollo de materiales y tecnologías más sostenibles y que es innegable que a largo plazo, las prácticas sostenibles pueden generar ahorros y aumentar la eficiencia de la práctica odontológica. Además resaltó que los dentistas que adoptan prácticas sostenibles pueden diferenciarse y atraer a un público más consciente.

Impacto Ambiental de los Cepillos Dentales

Pero el punto central de esta charla se enfocaba en reflexionar sobre los cepillos dentales y cuál sería la mejor opción entre cepillos eléctricos y manuales. La evidencia presentada concluye de manera contundente el grave problema ambiental que representan los cepillos dentales de plástico, con una producción anual asombrosa, que se traduce en toneladas de plástico que terminan en vertederos o en el medio ambiente. 

El plástico, en especial el utilizado en los cepillos dentales, tarda cientos de años en descomponerse, contaminando suelos, océanos y afectando a la vida silvestre. Al degradarse, los plásticos se fragmentan en microplásticos, partículas diminutas que contaminan los ecosistemas acuáticos y pueden ingresar a la cadena alimentaria.

La buena noticia es que existen alternativas más sostenibles a los cepillos dentales de plástico, como los cepillos de bambú, fabricados con materiales naturales y biodegradables, estos cepillos ofrecen una alternativa ecológica al plástico, al igual que los cepillos de madera y otros materiales biodegradables, como el cuesco de la palta. 

Por otra parte, investigaciones recientes se han enfocado en comparar los cepillos eléctricos con sus pares manuales plásticos y de otros materiales, y han demostrado que, a pesar de su popularidad y la percepción de generar menos desechos, los cepillos eléctricos son los más perjudiciales y producen un mayor impacto en el medio ambiente debido no sólo a la cantidad de plástico que utilizan en su elaboración, sino a su consumo de energía, generación de desecho no renovable con las baterías y a la complejidad de sus componentes en general.

El escenario ideal para el futuro sería el cepillo de dientes plástico reciclado continuamente. Y la buena noticia es que ya hay iniciativas en algunas partes del mundo y por empresas líderes de la higiene oral, para alcanzar este objetivo. Pero para que esto sea una realidad en todas las latitudes y en particular en nuestro país, se necesita contar con sistemas eficientes de recolección y reciclaje de cepillos dentales y con regulaciones por parte del gobierno que fomenten la producción en base a materiales reciclados y que a la vez permita que el costo se mantenga accesible para todos los consumidores.

La conclusión final de esta interesante charla fue que la odontología tiene un papel fundamental en la construcción de un futuro más sostenible y a medida que combinemos esfuerzos de investigación, políticas públicas, innovación industrial y compromiso de los consumidores, podremos avanzar hacia un futuro más sostenible y saludable.