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Estudiantes de Brasil, México y Bruselas se atreven a zapatear en vísperas de Fiestas Patrias en la Universidad Finis Terrae

Los primeros acordes de piano, arpa, acordeón y tormento (instrumento de percusión) de la famosa canción “la consentida”, entusiasmaron a profesores, funcionarios y a estudiantes latinoamericanos y europeos a sumarse a la clase de cueca.

Publicado: Septiembre 10, 2024

Un ondear de pañuelos blancos, que se movían al son de la cueca “La consentida” animó a estudiantes, académicos y colaboradores en la clase de nuestro baile nacional, celebrado en el patio central de la Universidad Finis Terrae. En esta actividad también participaron alumnos internacionales que animaron a dar sus primeros pasos.

Charlotte Simon, estudiante de intercambio de Bélgica de Kinesiología; Milena Alves, vestida de “china” (Brasil, Enfermería), y Karla Pérez, de México, en Nutrición, se lanzaron a la pista de baile, ubicada en el patio central, junto a los demás participantes. Al principio con timidez, y luego con desplante, fueron aplicando las instrucciones de la profesora de Deportes, Carolina Andrade, para hacer los diferentes pasos, cepillado, zapateo, medialuna, y, por supuesto, las palmas que animan cualquier cueca.

El sol del mediodía hizo que los bailarines se acaloraran un poco. Milena, de Sao Paulo, terminó la cueca con grandes suspiros para recuperar el aire: “¡Fue muy divertido! Lo que más me gustó fue el zapateado”.

Charlotte, en tanto, bailó con el profesor de Derecho Felipe Pavez, quien iba con el atuendo de huaso. Al final, la estudiante belga señaló: “Lo que más me gustó fue lo que hacíamos como aplauso (las palmas del inicio), pero lo que más costó fue hacer las rondas, porque no sabía cuándo había que ir a la derecha o a la izquierda. ¡No sabía qué hacer con mis pies! Pero había que hacer el intento”.

Para Karla, de México, contó que “me costaron más los cambios de paso, y lo que más me gustó fue aprender el aplauso. Hay bailes mexicanos que son lentos, pero yo nunca los he bailado, entonces, para mí es algo muy nuevo, porque la mujer es quien guía el baile y la música es muy diferente”.

En la celebración también estuvieron algunos estudiantes de la Finis Terrae que pertenecen a Yunta, el programa de apadrinamiento de alumnos de intercambio. Nicolás Calderón apadrinó a un estudiante de Francia, a quien le ayudó a tener el chip chileno para poder usar su celular, y lo mantenía al tanto de las clases cuando había condiciones meteorológicas adversas en Santiago. Pero también ha estado colaborando con alumnos de intercambio de México e incluso se juntaron en la casa de uno de ellos.

En tanto, Ayenray Llanquitru también ha orientado a una alumna de intercambio de México, a quien le ayudó a usar la tarjeta BIP! en el transporte público, recomendaciones dónde alojarse, incluso la llevó a pasear al cerro San Ramón.