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Académico de la U. Finis Terrae trabaja en prototipo de detector para el primer observatorio de rayos gamma del hemisferio sur que se instalará en Chile

El SWGO marcará un hito en la observación astronómica mundial, acarreando no solo beneficios científicos, sino también económicos y tecnológicos. En este camino, incluso antes de la oficialización del proyecto, un académico de la Facultad de Ingeniería trabaja -junto a otros investigadores- en estanques de prueba; uno de los cuales se encuentra en La Serena y el otro que será instalado en el altiplano, antes de fin de año.

Publicado: Septiembre 11, 2024

En el Desierto de Atacama, a una altitud de 4.770 metros por sobre el nivel del mar, se instalará el Southern Wide-field Gamma-ray Observatory (SWGO), el primer observatorio de rayos gamma del hemisferio sur. Este ambicioso proyecto internacional estará compuesto por más de 3 mil estanques de agua, diseñados para captar partículas subatómicas de alta energía que llegan desde el espacio. Su objetivo será la creación de un mapa del Universo desde una perspectiva única, abarcando fenómenos tan extremos como los agujeros negros y los procesos más violentos del cosmos.

Y aunque la confirmación de su construcción en Chile fue realizado recientemente, por la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, quien resaltó la magnitud del proyecto, lo cierto es que hay muchos investigadores que desde hace mucho tiempo vienen trabajando en esto, es el caso del Director de Investigación de la Facultad de Ingeniería y parte del cuerpo académico de la nueva carrera de Ingeniería Civil Biomédica, Dr. Renato Galleguillos, quien lleva un buen tiempo relacionado con esta iniciativa.

“Este observatorio es una oportunidad crucial para Chile. No solo permitirá a nuestros científicos participar activamente en una colaboración internacional de gran envergadura, sino que también abrirá puertas a la innovación tecnológica. Esperamos que surjan fondos y convocatorias que nos permitan seguir desarrollando nuevas herramientas e instrumentación que sean claves para el avance del proyecto”, explicó Galleguillos.

El observatorio se ubicará en Pampa La Bola, en la Región de Antofagasta, dentro del Parque Astronómico de Atacama, un espacio gestionado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). La construcción comenzará en 2026 y contará con la participación de un consorcio de países, entre los que se encuentran Alemania, Argentina, Brasil, Italia, México, Portugal, Reino Unido, República Checa y Estados Unidos. Además, Chile estará representado por un equipo multidisciplinario de aproximadamente treinta científicos de once universidades.

Puertas que se abren

En este contexto el académico de la Universidad Finis Terrae, destaca la importancia de la detección de radiación gamma a través de la física de partículas. Actualmente, participa de un proyecto financiado por el programa QUIMAL, que busca desarrollar un prototipo de detector en Chile. “Estamos en el último año de ejecución de este proyecto. Ya tenemos un estanque de prueba en la Universidad de La Serena y otro que será instalado en el Altiplano antes de fin de año. Estas pruebas nos permitirán tomar mejores decisiones para la instalación masiva de los estanques del SWGO”, detalló.

El proceso de selección del sitio para el observatorio tomó cerca de tres años, y sobre la mesa hubo diferentes posibles ubicaciones en Argentina, Chile y Perú, considerando tanto el potencial científico como la idoneidad geográfica. La elección final en Chile fue impulsada por el firme compromiso de las instituciones nacionales con el desarrollo del proyecto.

Para Galleguillos, la instalación del observatorio en Chile representa una oportunidad invaluable para la comunidad científica del país. “Esto tendrá un impacto directo en la productividad académica, con la posibilidad de generar más publicaciones de calidad y con colaboración internacional. Además, permitirá a los investigadores chilenos aprender de expertos internacionales, lo que sin duda contribuirá al desarrollo de nuevas tecnologías y al avance del conocimiento en física de partículas y astronomía”, indica.

El académico agregó que este observatorio, se transforma en una gran posibilidad -también- para formar profesionales en contexto internacional. “Muchas tesis y prácticas de estudiantes chilenos de distintas disciplinas podrían ser llevadas a cabo al alero de este proyecto”, 

Por su parte, al momento de presentar el proyecto, la ministra Etcheverry, destacó la magnitud e impacto de esta iniciativa para nuestro país en diversas áreas. “Este tipo de infraestructuras no solo despiertan el interés de la comunidad científica, sino que también generan beneficios económicos. Estamos hablando de una inversión de 60 millones de dólares, lo que, sumado a otros proyectos astronómicos de gran escala, impacta positivamente en nuestra economía y posiciona a Chile como un referente en la ciencia mundial”, resaltó.

 

Prototipo de estanque en el que trabajan el Dr. Galleguillos e investigadores de distintas universidades, en donde estarán los detectores, los que hoy son utilizados para hacer pruebas, antes de su instalación masiva.