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Experta sueca en ciencias infantiles y juveniles remarca la importancia de la sostenibilidad en la primera infancia: “Los niños son cuidadores del planeta”

La Dra. Ingrid Engdahl junto a la Organización Mundial de Educación Preescolar, crearon una APP con un curso de sostenibilidad para educadores de párvulos.

Publicado: Diciembre 9, 2024

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establecida por la ONU se ha tomado la discusión pública de los últimos años con el fin de tener un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, junto con fortalecer la paz universal y el acceso de la justicia. 

Estos grandes y ambiciosos propósitos han incidido en que importantes actores sociales se involucren en esta causa y participen activamente como Greta Thunberg u otros. Pero el compromiso en generar un mejor planeta en los ámbitos económicos, social y ambiental también es algo que atañe directamente a niños y niñas de primera infancia, quienes pueden ser “agentes de cambio”. 

En este contexto, Ingrid Engdahl, doctora en Ciencias Infantiles y Juveniles de la Universidad de Estocolmo, Suecia  e investigadora principal en Educación para la Sostenibilidad en la Universidad de Mälardalen, vistió la Universidad Finis Terrae para participar en el seminario “Educación en la primera infancia para la sostenibilidad”.

En este encuentro expuso junto a expertos en la materia, como la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, e integrantes de la Organización Mundial de Educación Preescolar (OMEP), quienes conversaron sobre cómo generar prácticas efectivas en la educación inicial en materia de sostenibilidad y su influencia con el entorno. 

“Necesitamos reorientar toda la educación hacia la sostenibilidad”, afirma Ingrid Engdahl, quien al ser consultada sobre cómo es posible que niños tan pequeños puedan aprender el concepto de sostenibilidad y ponerlo en práctica, es enfática en agregar que esto es posible gracias al rol de los educadores. 

“En lugar de enseñar cosas insostenibles, enseñamos cosas sostenibles y eso se muestra a través de acciones, por ejemplo terminar la comida servida en un plato y si no se puede comer completa, lo que sobra se puede compostar. La forma de educar en sostenibilidad es mostrar acciones sostenibles para que los niños y niñas las repliquen”, destacó. 

¿Qué competencias debería tener un educador para enseñar sobre desarrollo sostenible?

-Son las mismas competencias que necesita todo buen profesor. Cuando se aprende y enseña de sostenibilidad, se aprende cómo trabajar junto con los niños y tomar desde su perspectiva ideas para pensar sobre el mundo exterior. Todo buen profesor necesita generar diálogo con los niños y niñas y mirar la vida que coexiste con sus ojos, cuando eso se logra se genera un cambio a nivel sostenible. 

¿Qué habilidades se pueden desarrollar con una enseñanza sostenible en la primera infancia?

-Es fácil decirlo con ejemplos: cuando se van a lavar las manos, primero se abre la llave, se cierra, se lavan las manos, se abre de nuevo la llave para enjuagar, se cierra otra vez. Es importante el proceso, porque para los niños es fácil abrir la llave y simplemente lavarse las manos, pero sabemos que el agua es escasa, por esto enseñar hábitos es muy importante. A medida que el educador va realizando las acciones es momento de explicar por qué lo hace “tenemos que cuidar el agua que es un recurso natural escaso”. Aquí no solo se les enseña el qué, sino el cómo, y de esta manera se desarrollan habilidades en materia de sostenibilidad. La tarea del docente es enseñar una perspectiva sostenible en todo momento. 

Es conocido que la enseñanza de la educación en primera infancia no se realiza pensando cuando estos niños y niñas se transformen en adultos, sino que se debe poner en práctica en el hoy. En ese sentido ¿de qué manera pueden influir los niños y niñas en las acciones que realicen sus padres o entorno cercano en torno a la sostenibilidad?

-La influencia se traduce en acciones concretas, por ejemplo en Suecia el reutilizar y reciclar es importante. En las escuelas existen espacios establecidos donde los niños y niñas junto a sus familias pueden dejar cosas que ya no utilizan y tomar otras que les son de utilidad, esto sucede con los preescolares, quienes a su vez instan a sus familias a participar en esta reutilización, reciclar y reducir, además existen los mercados de segunda mano en los barrios, donde los niños con sus padres incentivan al barrio a reciclar y reutilizar. Si bien esto ya es algo generalizado en lugares de Suecia, se enseña a los preescolares y ellos son quienes invitan a sus padres para incorporar a toda la comunidad. Aquí existe un desarrollo sostenible completo. 

¿Se podría decir que los niños de educación parvularia son agentes de cambio en materia sostenible?

-Sí, es un muy buen concepto. También yo diría que los niños y niñas son “jardineros del planeta” o “cuidadores del planeta” y desde aquí surgen los cambios. 

APP Sostenible

Ingrid Engdahl junto a la Organización Mundial de la Educación Preescolar (OMEP) comenzaron a desarrollar proyectos mundiales sobre Educación para la Sostenibilidad en la primera infancia desde el año 2008, lo que fue impulsado por la UNESCO para aumentar la conciencia de esta temática en los niños pequeños, y así considerar una perspectiva orientada a los niños y niñas a través del desarrollo de investigación y de elaboración de proyectos. 

En este contexto, desarrollaron la aplicación para smartphones “Sostenibilidad desde los inicios de la vida”, un curso online gratuito que entrega información de sostenibilidad con contenidos cotidianos en entornos de educación infantil. 

“Los docentes están interesados en el tema, pero se han dado cuenta que no tienen los conocimientos requeridos, por esto al ver una necesidad de información creamos la APP con contenido y de fácil acceso. Son ocho módulos con 20 contenidos para que los docentes obtengan la información necesaria, pero además tiene 25 experiencias de aprendizajes que los mismos profesores pueden desarrollar con sus estudiantes con acciones concretas”, sostiene Engdahl. 

“El ethos del curso tiene que ver con que los docentes integren la sostenibilidad como un valor, no como un contenido particular que ellos van a enseñar, sino que como un valor que les permite ver cómo puedo hacer más sostenible la vida en general, y esas son las competencias que se desarrollan a través del curso”, añade la académica europea. 

 

Mención en sostenibilidad en primera infancia

La Universidad Finis Terrae es la primera universidad en el país que en su carrera de Pedagogía en Educación Parvularia cuenta con una mención en esta temática: “Ciudadanía para la Sustentabilidad Global”. Esto demuestra que la casa de estudios ha puesto hincapié en la formación de educadores de primera infancia con competencias basadas en la formación ciudadana, medio ambiente y desarrollo sostenible, lo que permite ofrecer experiencias y oportunidades de aprendizaje que enriquezcan y fortalezcan la relación que los estudiantes tengan con el medio natural, social y cultural. 

“Es hermoso ver que la sostenibilidad está cada vez más presente en diversos lugares como una perspectiva”, comenta Ingrid Engdahl sobre el enfoque sostenible que está teniendo la U. Finis Terrae, frente a lo cual sugiere realizar programas o actividades en materia sostenible como reciclaje o similares con el fin de “hacer que todo el mundo se sienta orgulloso de estar en una universidad sostenible, lo que sin duda puede ser un motivo de atracción para estudiantes, investigadores y docentes”.

El enfoque de sostenibilidad en la primera infancia en la U. Finis Terrae es un tema central para la Dra. Marlene Fermín, académica de la Escuela de Pedagogía en Educación Parvularia e investigadora del Fondecyt de iniciación 11230103 “Educación en la primera infancia para la sostenibilidad: una necesaria revisión de las necesidades formativas de las y los educadores de párvulos”, quien sostiene que “desde la Finis queremos generar cambios en la educación de la primera infancia. Queremos y sabemos que para lograr que los niños y niñas desarrollen todos estos conocimientos, habilidades y actitudes, necesitamos desarrollar competencias en los educadores, por lo que es crucial que nuestros educadores se formen y entiendan de que cuando hablamos de sostenibilidad no es solo cambio climático, sino que otros aspectos que los niños ya lo han internalizado”.