El próximo lunes 6 de enero los más de 294 mil estudiantes que rindieron la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) conocerán sus puntajes y podrán postular a las Universidades en el proceso de admisión 2025. 

En ese contexto, el vicerrector académico de la Universidad Finis Terrae, Juan Eduardo Vargas, fue entrevistado en Radio 13C, donde explicó en detalle en qué aspectos deben considerar los estudiantes al momento de postular a una carrera e institución de educación superior. 

Vargas señaló que un primer aspecto a considerar siempre debe ser la vocación, y seguido de esto se deben tomar en cuenta otros factores como el nivel de empleabilidad y salario, pero sin duda existen “otros elementos importantes a considerar al momento de elegir una carrera son la malla o el plan de estudios y el tipo de institución, la que debe estar acreditada como algo fundamental”. 

En relación a la vocación y cómo realizar una elección adecuada, Vargas añadió que es importante “el plan de estudios que más le acomoda al estudiante y la institución” e insto a los futuros universitarios a seguir su vocación: “¿cómo se le dice a un joven que quiera estudiar Literatura o Filosofía que no estudie eso porque no obtendrá una buena renta? yo no tendría cara de decirle a mi hijo que no estudie eso, sino que le diría “sigue adelante y estoy seguro que cuando sea buen estudiante se abrirán las puertas en el campo laboral”. 

Proyecto FES

Además de analizar aspectos clave de la admisión a la Educación Superior 2025, el vicerrector académico se refirió al planteamiento y a la discusión parlamentaria del proyecto de Ley de Financiamiento a la Educación Superior (FES), donde de manera enfática sostuvo que “este proyecto tal como está planteado es una demostración empírica de que el hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra”. 

“En este proyecto vemos replicados algunos temas de la ley que se aprobó para el caso de los establecimientos escolares que impidió el lucro y buscaba la inclusión e impide el copago, y que diez años después de implementada esa ley, lo único que hemos visto es un estancamiento de los estudiantes en términos de aprendizaje a costa de un mayor costo económico para el Estado, sin que haya habido algún tipo de avance en términos de la calidad de los establecimientos escolar”. 

En su argumentación, Vargas manifestó que las consecuencias son para los estudiantes, quienes en muchos deberán pagar más de lo desembolsado por el Estado, y para las instituciones:  “Estamos hablando en torno de los $500 mil millones menos al año que ingresarían a las universidades por concepto de copago, y esto significaría en términos prácticos menor calidad, lo que tiene un efecto en los propios estudiantes”. 

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