En medio del proceso de entrega de resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) y la postulación a las Universidades, los jóvenes reciben gran carga de presión y estrés por parte de sus familias y cercanos quienes les preguntan de manera constante qué opciones elegirán para su futuro académico. 

En este, algunos estudiantes barajan la opción de tomarse un año sabático antes de ingresar a la Universidad, y con esto vienen los cuestionamientos sobre si será o no una buena decisión y las razones que hacen realizar una pausa. 

Este tema fue abordado por el diario El Mercurio, donde algunos estudiantes dieron sus testimonios y diversos expertos en temas vocacionales entregaron recomendaciones. Una de las especialistas en el área es María José Bunster, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae y experta en temas vocacionales. 

Bunster explica que tomarse un año sabático le parece una decisión “prudente”, pero además explica que esto trae consigo ciertos riesgos. 

Una desventaja es la falta de rutina y de estructura. Muchos jóvenes experimentan un desorden en los horarios de sueño, tienden a descansar excesivamente, caer en el sedentarismo, en las adicciones a las pantallas o la procrastinación, que es la tendencia a postergar los deberes. Personas que no son disciplinadas, que no tienen hábitos y autocontrol corren el riesgo de convertirse en ‘ninis’, los que ‘ni trabajan ni estudian’”, advirtió la académica Finis Terrae.

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