Científico australiano explicó cómo los músculos se comunican con otros órganos durante el ejercicio y su beneficio para la prevención de enfermedades
El Dr. Mark Febbraio expuso los resultados de su reciente artículo publicado en la prestigiosa revista Nature.
“El tejido muscular en la comunicación inter- órganos y sus efectos en el control metabólico en salud y enfermedad” fue el nombre de la ponencia realizada por el científico australiano, Dr. Mark Febbraio, organizada por la Escuela de Kinesiología de la U. Finis Terrae en el marco de las Charlas Magistrales: “Fisiología y Ciencias del Ejercicio” que realiza esta unidad académica.
En la charla, el Dr. Febbraio, uno de los investigadores australianos en enfermedades metabólicas más destacado y reconocido internacionalmente, explicó cómo los músculos se comunican con otros órganos durante el ejercicio y expuso los resultados de su último artículo publicado el 3 de octubre en la prestigiosa revista Nature, texto que resume 13 años de trabajo e investigación.
En el artículo, se presenta la primera citokina sintética, denominada IC7Fc que muestra los efectos combinados de dos miokinas: la interleukina-6 y la CNTF (factor neurotrófico ciliar) sobre el receptor gp130. “La comunicación interórganos existe y es un fenómeno mediado por señales químicas-mensajes, hormonas producidas por el musculo que se llaman ‘miokinas’, que informan respecto de las necesidades energéticas del músculo en actividad y produce cambios en múltiples sistemas, tejidos, vasos sanguíneos, células inmunitarias e incluso en el sistema nervioso, con el fin de asegurar que se mantengan condiciones positivas para favorecer el metabolismo muscular durante el ejercicio”, explicó Mark Febbraio.
Lo interesante, dijo el científico, “es que son estas mismas señales las que están involucradas en los efectos positivos en la salud que tiene el ejercicio físico a largo plazo”. El Dr. Febbraio, además, abordó cómo son sintetizadas y secretadas las miokinas, y cómo se traduce la información que llevan en los órganos sobres los cuales producen sus efectos. “En este sentido, este conocimiento nos ayuda a entender cómo el ejercicio es favorable para prevenir y/o tratar enfermedades como la diabetes, hígado graso e incluso para controlar el peso”, aclaró el Dr. Febbraio.
De acuerdo a los datos presentados por el investigador, la interacción de ambas miokinas (interleukina-6 y CNTF) “mejora la utilización de glucosa al aumentar la secreción de insulina, previniendo la ganancia de peso, favoreciendo la pérdida de masa grasa y revirtiendo la acumulación de grasa en el hígado (hepatoesteatosis)”, contó el Dr. Febbraio, quien agregó que “esta proteína puede incrementar la masa muscular y ósea. Hasta ahora, esta proteína ha sido testeada en roedores y primates menores y ha mostrado ser segura, sin efectos adversos o tóxicos, lo que la convierte en un candidato muy promisorio para el tratamiento de múltiples enfermedades como diabetes, atrofia muscular, hígado graso y otras”.
En el encuentro, además, se dictó la ponencia “Mecanismos de Proteostasis muscular en ejercicio y envejecimiento”, por parte de la investigadora Robyn Murphy, Doctora en Bioquímica del Ejercicio, directora del departamento de Bioquímica y Genética y del laboratorio de Bioquímica muscular en la Universidad La Trobe en Melbourne, Australia.