Un proyecto innovador impulsado desde la Universidad Finis Terrae busca abrir una nueva vía en la prevención y rehabilitación del accidente cerebrovascular (ACV), enfermedad que constituye la segunda causa de muerte y discapacidad en adultos en Chile. La iniciativa que lidera la Dra. Pamela Rivera, académica investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Nutrición y Salud (CIANS), obtuvo financiamiento en la X Convocatoria de Proyectos de Investigación SOCHINUT 2025 y propone reutilizar hojas descartadas de maqui y murta para desarrollar un ingrediente alimentario funcional con propiedades neuroprotectoras y antiplaquetarias.
El proyecto, titulado «Valorización de hojas descartadas de maqui (Aristotelia chilensis) y murta (Ugni molinae) para el desarrollo de ingredientes alimentarios funcionales con potencial neuroprotector y antiplaquetario orientados a la prevención y rehabilitación del ACV», busca obtener extractos ricos en polifenoles e incorporarlos en una matriz alimentaria tipo pudín, diseñada para mantener sus propiedades bioactivas.
De desecho agrícola a innovación alimentaria
El potencial de este trabajo se fundamenta en evidencia científica que demuestra el alto contenido de polifenoles en las hojas de estas plantas nativas, compuestos con efectos antioxidantes, antiinflamatorios, neuroprotectores y antiplaquetarios. “Durante mi doctorado pude demostrar que las hojas de maqui, por ejemplo, alcanzan un alto contenido de polifenoles, incluso alrededor de 50% más que el fruto en sí”, explicó Rivera, destacando el valor de aprovechar este recurso subutilizado.
Tradicionalmente usadas como infusión a nivel ancestral, estas hojas hoy no se incorporan en procesos industriales. “Son descartadas en el proceso de cosecha” y poseen “un alto contenido de polifenoles y capacidad antioxidante”, señaló la investigadora. Con ello, la iniciativa se enmarca en un enfoque de economía circular y valorización de materias primas nativas.
Ciencia aplicada en salud pública y envejecimiento
El ACV es uno de los principales desafíos sanitarios del país, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional acelerado. En esa línea, Rivera destaca que “actualmente, en Chile, el accidente cerebrovascular es la segunda causa de muerte y de discapacidad en adultos”. La investigación apunta a contribuir tanto en la prevención del ACV isquémico, mediante propiedades antiplaquetarias, como en el apoyo a procesos de recuperación neuronal.
Además, la investigadora plantea que los beneficios podrían extenderse más allá del ACV: “Indirectamente, abre otra línea de investigación para personas mayores como la demencia, porque igual son procesos o mecanismos fisiológicos asociados a neuroinflamación”. Con ello, el proyecto se sitúa en la intersección entre nutrición, neurociencia y envejecimiento saludable, ámbitos prioritarios para la Facultad de Medicina.
La investigación será ejecutada en el CIANS, donde el equipo multidisciplinario permitirá avanzar en etapas clave del desarrollo del producto. Según explicó Rivera, el diseño experimental contempla tres pilares fundamentales: la obtención y purificación de extractos bioactivos, su encapsulación para asegurar estabilidad funcional y la incorporación de estos compuestos en una matriz alimentaria que conserve sus propiedades. El equipo estará integrado por la Dra. Rivera como investigadora responsable y la académica Paulina Rivas, quien estará a cargo del proceso de encapsulación y formulación del pudín, colaboración que se complementará con el trabajo del resto de profesionales del CIANS, fortaleciendo la ejecución del proyecto desde distintas áreas de especialidad.
Aunque esta fase de la investigación no contempla aún estudios clínicos, establece las bases para avanzar hacia etapas posteriores de validación e inocuidad, con miras a futuras aplicaciones en salud. Este proyecto refuerza el compromiso de la Universidad Finis Terrae con la generación de conocimiento aplicado al bienestar y la salud de la población, mediante innovación sustentable y desarrollo científico con impacto social. Desde investigación académica hasta potenciales aplicaciones clínicas, la iniciativa representa un avance significativo en el desarrollo de alimentos funcionales basados en recursos naturales chilenos y orientados a enfrentar desafíos prioritarios en salud pública.