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Académico Finis Terrae replicó mecanismo celular de la resistencia a la insulina en tejido muscular sano y mimetizó efecto protector del ejercicio físico

Luego de tres años de investigación Fondecyt, el Dr. Hermann Zbinden descubrió que el irrigar cultivos musculares sanos con suero de personas diabéticas, estas se volvían resistentes a la insulina.

Publicado: Julio 24, 2019

La diabetes, junto con el envejecimiento, la obesidad y enfermedades musculares, genera en las personas una inflamación crónica baja o metainflamación. Con el objetivo de analizar el impacto del ejercicio físico en la reducción de dicha inflamación el Dr. Hermann Zbinden, jefe del Laboratorio de Ciencias del Ejercicio y el Movimiento Humano (LABCEM) de la Escuela de Kinesiología de la U. Finis Terrae, hace tres años inició una investigación Fondecyt que acaba de finalizar.

Para ello, el Dr. Zbinden replicó el mecanismo celular de la resistencia a la insulina en tejido muscular sano y mimetizó efecto protector del ejercicio físico a través de electroestimulación celular.

“Si eres diabético, el modelo in vitro que derivemos de ese músculo en el laboratorio también será resistente a la insulina. Hoy, gracias a esta investigación, podemos replicar la enfermedad a nivel celular y estudiar cómo se produce la disminución de la glucosa en la sangre con el ejercicio, observando los cultivos in vitro que fueron electroestimulados”, comentó.

A eso se suma, añadió, otro hallazgo: “También descubrimos que al tener cultivos musculares de pacientes sanos e irrigarlos con suero de personas diabéticas, se transformaron en células musculares resistentes a la insulina”, puntualizó.

Según explica el académico, la elección de esta enfermedad se debe a su gran prevalencia en Chile y el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó la obesidad como el cuarto factor de riesgo de muerte a nivel global. En Chile, el Estado invierte cerca de 750 billones de dólares anuales en el manejo de pacientes diabéticos.

Intervención

El proyecto “Down-regulation of TLR4 by endurance exercise and consequences for insulin sensitivity and low grade inflammation in obese diabetic patients” (2016-2018) permitió el desarrollo de un programa de intervención controlado con pacientes, durante un periodo de tres meses, con entrenamiento tres veces a la semana.

En este programa participaron 20 pacientes diabéticos, a quienes se les monitorearon sus niveles de glucosa antes y después del ejercicio. Luego, se les extrajo tejido muscular por medio de una biopsia, el cual derivó a cultivos de células in vitro para ser electroestimulados y así no solo mimetizar el efecto del ejercicio en ellas, sino también la aplicación de fármacos.

Al finalizar el programa, explica el experto, hubo una disminución en los niveles de glucosa en la sangre de los pacientes diabéticos. Pero más importante aún, es que el ejercicio logró reducir la inflamación crónica baja.

“La resistencia a la insulina es la capacidad reducida para inhibir la movilización de la glucosa a través del hígado y para estimular la captación de glucosa en los tejidos musculares y adiposos. Hay consenso que indica, que la obesidad es uno de los factores que puede desencadenar principalmente, la diabetes mellitus tipo 2”, explicó el Dr. Zbinden acerca de la enfermedad.

El Dr. Zbinden destacó que el laboratorio de Ciencias del Ejercicio (LABCEM) de la Escuela de Kinesiología es uno de los pocos centros a nivel nacional e internacional, que realizan investigación aplicada en un modelo 100% humano; incluso otras instituciones han solicitado su colaboración.