Académicos U. Finis Terrae expusieron sobre estudios y avances para optimizar resultados en la práctica física
El V Simposio Ciencia y Práctica contó con las presentaciones de los doctores Hermann Zbinden y Jorge Cancino.
Vincular los conocimientos con la actividad física fue uno de los objetivos del V Simposio Ciencia y Práctica, desarrollado por postgrado de la Escuela de Kinesiología y Laboratorio de Ciencias del Ejercicio de la Universidad Finis Terrae.
En la jornada expusieron los doctores Hermann Zbinden y Jorge Cancino, integrantes de la casa de estudios que compartieron experiencias y resultados de su trabajo.
Zbinden, director de postgrados de la Escuela de Kinesiología y jefe del laboratorio de Ciencias del Ejercicio de la U.Finis Terrae, realizó una presentación titulada “Metabolismo, entrenamiento y nutrición para el HIIT” (High intensity interval training, en inglés).
Al respecto, el especialista reconoce que el entrenamiento de alta intensidad permite hacer actividad física con buenos resultados y en menor cantidad de minutos. Una combinación importante, ya que en la actualidad, cerca el 50% de las personas dice que no realiza ejercicio por falta de tiempo.
De todas maneras, Zbinden aclara que “se cree que mientras más intenso sea (el entrenamiento), se logran mejores resultados y no necesariamente es así, ya que hay que utilizar momentos de descanso. Por eso que realizamos este tipo de simposios, para entregar información por ejemplo sobre cuáles son los descansos apropiados para lograr los beneficios deseados y no sobrecargar a los deportistas o pacientes, produciendo alguna lesión”.
Además, indica que “con el uso adecuado de este tipo de entrenamientos, se han visto mejoras en pacientes diabéticos, con enfermedades cardíacas, hipertensos e incluso con efectos en cierto parámetros cognitivos”.
Definir el ejercicio adecuado para cada persona
Por su parte Jorge Cancino, doctor en Ciencias de la Actividad Física, presentó “Prescripción del ejercicio en el paciente metabólico basado en ergoespirometría”, exposición en la que aborda la necesidad de conocer las características individuales para definir el tipo de actividad que será indicado a la persona.
“Hoy la ciencia y la evidencia científica avalan el rol que tiene el ejercicio en el tratamiento de una serie de enfermedades, entre ellas las metabólicas. Sin embargo, la prescripción del ejercicio muchas veces se basa en estándares y fórmulas que no respetan la individualidad” sostiene, estableciendo que una ergoespirometría en ejercicio permite observar distintos aspectos de la condición física del paciente e indicar ejercicios de manera mucho más acotada”.
En su presentación buscó aclarar cuál es la utilidad de una ergoespirometría –test usado para determinar la condición física- y otros parámetros, para prescribir ejercicios individualizados y así obtener mejores resultados en el tratamiento complementario. “Hoy se pueden encontrar pautas por internet que entregan tiempos e intensidades estándar, pero una misma intensidad puede tener efectos diferentes en dos sujetos porque la fisiología de un organismo en ejercicio se comporta de manera distinta”, comentó.
Cancino establece que el examen no dice si existe riesgo o no en un paciente, sino que “entrega las intensidades de trabajo más apropiadas para que realice el ejercicio”.
Difundir avances y vincularse con el medio
Ambos expositores destacan que este tipo de actividades permiten dar a conocer el trabajo que desarrollan. “Esto es parte de la vinculación que la universidad, en este caso con la Escuela de Kinesiología y el laboratorio, tiene con el medio. Mostramos el conocimiento propio y los avances de la comunidad científica, poniéndolo al servicio de la comunidad y de diversos profesionales, que vienen a encontrar información de punta” sostuvo Jorge Cancino.
Esa visión coincide con la de Hermann Zbinden, quien explica que “hablamos de temas que podemos investigar y desarrollar en laboratorios, pero también tenemos experiencia en trabajo profesional con deportistas y pacientes. Esa vinculación, el llevar la ciencia a la práctica y que esta práctica la pueda desarrollar alguien en colegios, gimnasios, centros deportivos, etc. es el principal impacto de esta actividad”.