Conoce la historia de la Casa Vial, patrimonio urbano de la Región Metropolitana
La reconocida Casa Central de la U. Finis Terrae fue declarada Inmueble de Conservación Histórica por la Municipalidad de Providencia en enero de 2007.
En el centro de la Casa Central de la Universidad Finis Terrae está la Casa Vial, que destaca en el sector por su estilo neo-clásico francés y sus fachadas con yeso moldeado.
A raíz de estas características, en enero de 2007 fue declarada Inmueble de Conservación Histórica, al momento de publicarse el Plano Regulador Comunal de Providencia. Así, la Casona o Casa Vial que hoy ocupa la Universidad Finis Terrae se convirtió en patrimonio urbano de la Región Metropolitana.
Inmueble patrimonial
Esta mansión, construida a mediados de 1940, tiene 1.725 metros cuadrados, está compuesta por tres casas de tres pisos y está rodeada de un pequeño parque con una pileta. Tiene acceso por Avenida Pedro de Valdivia y está emplazada entre las calles Pocuro y California, en la comuna de Providencia.
En la actualidad allí funciona la rectoría y otras unidades de servicios generales de la Universidad Finis Terrae.
El departamento de Asesoría Pública del municipio respaldó la declaración patrimonial de este inmueble en un marco teórico histórico, arquitectónico y urbano.
Según la ficha de valoración, que está registrada en la circular DDU 240 ICH_47 del Catastro y Estado Conservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico, publicado en 2014, dice que el inmueble “constituye un testimonio importante por su forma arquitectónica y es un ejemplo de un periodo de desarrollo residencial de la comuna”.
El documento también explica la valoración arquitectónica de la Casa Vial, en el cual destaca que su estilo neo-clásico francés, su tratamiento de fachadas con presencia de yeso moldeado a modo de ornamento y que “su construcción realza el sector, formando parte de una zona con valor patrimonial”.
Sus orígenes
A finales de la década de 1920, el mismo terreno albergaba una propiedad que perteneció a “The Grange School”, también llamada entonces como “Villa Angela”. En la entrada de la Universidad figura una piedra, al costado de la vereda, que da cuenta del hecho.
El edificio tal y como se conoce hoy fue construido en 1946 a pedido de Carlos Vial Infante, ingeniero, empresario, senador y ministro de Defensa del gobierno de Jorge Alessandri. Quien compró el terreno e hizo construir la mansión inspirada en la arquitectura francesa que entonces persistía en Chile.
La tarea arquitectónica fue encomendada a la oficina formada por el sobrino del ministro, Luis Prieto Vial, junto a otros tres socios: Carlos Bolton, Sergio Larraín Prieto y Armando Lorca. Los tres primeros eran del mismo curso y se habían asociado antes de recibirse. Armando Lorca se unió a ellos meses después.
En el artículo “Casa Vial” de Miguel Laborde, publicado en enero de 2001 en la Revista Vivienda y Decoración de Diario El Mercurio, se menciona que los jóvenes arquitectos eran enemigos de la obsesión social por el estilo francés.
Sin embargo, “como todos los alumnos de la Universidad Católica de los años 30, crecieron en un ambiente de Beaux Arts absoluto, copiando láminas del Vignola, variaciones del Arco del Triunfo en distintos estilos, la Venus de Milo en las clases de dibujo de Miguel Venegas Cifuentes”, cuenta el artículo.
Parte de la U. Finis Terrae
La primera sede de la Universidad Finis Terrae estuvo en una casa de Grajales, esquina Vergara, en el Barrio República, en Santiago. Allí se impartían sus dos primeras carreras: Derecho e Ingenería Comercial.
En 1988 la Universidad recibió a 178 alumnos (125 de Derecho y 34 de Ingeniería Comercial) y pactó una promesa de compra y venta para adquirir la Casa Vial, propiedad ubicada en Avenida Pedro de Valdivia 1509, en Providencia, la cual pasó a manos de la Universidad en 1989.
Como consta en el documento custodiado por el Centro de Investigación y Documentación (CIDOC) de la Universidad Finis Terrae, la propiedad fue vendida por Hernán Concha Garcés, quien tras la muerte de su esposa Amelia Vial correa, hija del ministro Carlos Vial Infante y Amelia Correa García, obtuvo la propiedad en 1951 y en representación de sus hijos la vendió a Pablo Baraona Urzúa, el primer rector de la Universidad Finis Terrae.
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