Mantener buenas relaciones sociales es fundamental en todos los ámbitos de la vida. Para eso es esencial respetar ciertas normas básicas de convivencia, como el respeto, la amabilidad, la tolerancia y la escucha activa.
En el ámbito laboral y académico, en particular en el área de la salud, desarrollar una adecuada gestión de la convivencia entre las personas que interactúan en determinados grupos, equipos y comunidades es crucial para el bienestar personal y el logro de los objetivos comunes. Y en la base de ello está el “buen trato”.
Así surgió el proyecto de investigación Fondecyt Regular “Del maltrato al buen trato: creación colaborativa de estrategias de intervención en carreras de la salud”, liderado por la investigadora Nancy Bastías, directora del Departamento de Educación Médica de la U. de Concepción, y en el cual participa como coinvestigadora la Dra. Carolina Williams, académica del Centro de Investigación en Educación Médica y Ciencias de la Salud (CIEMYCS) de la U. Finis Terrae.
En este proyecto -financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID)- participan coinvestigadores de nueve casas de estudio: Universidad de Concepción, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad Católica del Norte, Universidad de Valparaíso, Universidad Finis Terrae, Universidad de Chile, Universidad de Los Lagos, Universidad Austral de Chile y Universidad de Aysén.
“Este trabajo cooperativo abre las puertas para revisarnos como universidades y carreras para seguir avanzando en establecer acciones de buenas prácticas que deben replicarse para generar un buen trato entre los diferentes actores en el proceso de formación y los roles de acción y formación que se esperan de nuestra comunidad: estudiantes con estudiantes, profesor-estudiante, estudiante-profesor, profesor-administrativo, estudiante-funcionario”, explica la académica.
El principal objetivo de esta investigación, que inició en 2022 y concluye en 2025, es comparar los cambios en el maltrato académico y en las prácticas pedagógicas promotoras de ambientes de aprendizaje asociados a la implementación de estrategias para mejorar la relación entre docentes y estudiantes de carreras de la salud de Chile, que han sido elaboradas colaborativamente por los actores implicados.
Buenas prácticas
En lo específico, la Dra. Williams trabaja en la generación de estas instancias promotoras de buen trato junto a prácticas pedagógicas y estrategias para mejorar estas relaciones.
“Hay que pensar y reflexionar en cómo establecer y encarnar buenas prácticas a través de acciones concretas como: el reconocer al otro mediante un saludo, la empatía de una sonrisa, tolerar la diferencia, dar espacio de respeto al otro, escuchar activamente y cooperar para estar al servicio, darle protagonismo a lo bueno y no centrarnos en lo malo, dar el tiempo para conocernos y no limitarnos anticipadamente a enjuiciarnos. Estas son acciones y valores que, en la medida que las realicemos como un hábito, permitirán generar un clima de confianza, trascendiendo hacia nuestra vida y hacia otros, generando un verdadero cambio, porque esto se enseña modelando y experimentándose en el día a día”, destaca.
Si la comunidad universitaria responde a estas buenas prácticas, asegura la Dra. Williams, la universidad se transforma en un potente agente de cambio, cumpliendo su misión de transformar positivamente la sociedad a partir de su propia comunidad: directivos, profesores, estudiantes, administrativos y funcionarios.
Sobre lo mismo, la académica agrega que el trabajo cooperativo entre las universidades permitirá “seguir avanzando en establecer acciones de buenas prácticas que deben replicarse para generar un buen trato entre los diferentes actores en el proceso de formación y los roles de acción y formación que se esperan de nuestra comunidad, ya sea entre estudiantes, con profesores, administrativos o funcionarios”.