Académico de la Escuela de Periodismo publica investigación sobre desinformación en Twitter
El Dr. Óscar Jaramillo fue uno de los investigadores que llevó a cabo el estudio que analizó hashtags desinformativos en dicha red social.
“En busca del enemigo poderoso” es el resultado de una larga investigación realizada por el Dr. Óscar Jaramillo Castro, académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad Finis Terrae, en conjunto con el Dr. Guillermo Bustamante, de la Universidad de Los Andes. Esta fue publicada en el libro “La comunicación científica como herramienta contra la desinformación en la neoglobalización”, editado por María José Labrador y Claudia Reyes.
El objetivo de la investigación era comprobar o rechazar la hipótesis de la existencia de un “enemigo poderoso” que orquestó, a través de las redes sociales, ataques políticos en Chile durante el Estallido Social de 2019 y la Convención Constitucional. Para contestar dicha inquietud, se analizaron 20 hashtags desinformativos que fueron tendencia en Twitter en Chile entre marzo y junio de 2022. Los hashtags fueron descargados desde la API de Twitter y fueron analizados con el Método de Himelboim y Smith, para determinar sus estructuras de red.
Entre los principales resultados destaca el hecho de que no se comprobó la existencia de “enemigos poderosos” detrás de los ataques desinformativos, pero sí se logró comprobar que detrás de los hashtags desinformativos están lo que se denominó “microinfluenciadores de nicho”.
“A través del Análisis de Redes Sociales (ARS) no se pudo comprobar la existencia de un ‘enemigo poderoso’ que estuviera detrás de la generación de hashtags desinformativos que fueron tendencia en Twitter, en Chile. La desinformación no surge de grandes líderes de opinión que controlen o manejen el flujo informativo, sino que de numerosos microinfluencers. Cada microinfluencer tiene su propia audiencia, que está totalmente desconectada del resto”, señala Jaramillo.
“Lo que llama la atención es que los hashtags desinformativos surgen de manera simultánea a través de la acción de cientos de microinfluencers que actúan bajo la bandera de un mismo hashtag. Sin embargo, quienes difunden a través de las redes sociales sus mensajes son sus audiencias, las cuales están totalmente desconectadas entre sí y constituyen verdaderas cámaras de eco”, explica Jaramillo.
El académico agrega que “la denominación de ‘microinfluencer de nicho’ se debe a que en promedio estos influencers tienen una audiencia de 1000 personas o, en alguno casos, mucho menos. Además, tiene un grado de interacción muy bajo con las cuentas o personas que comparten su contenido, razón por la cual desde el punto de vista comunicacional, tiene audiencias y no comunidades”.