“La importancia de las emociones y la imaginación para el logro de un aprendizaje efectivo y profundo en los estudiantes”. Esta es la definición que arroja Marilú Matte, decana de la Facultad de Educación, Psicología y Familia de la Universidad Finis Terrae al preguntarle sobre qué se entiende por educación imaginativa y por qué como Universidad se ha puesto realce en este tipo de formación a los estudiantes de Pedagogía. 

Matte añade que esta teoría y metodología de aprendizaje desarrollada por el Dr. Kieran Egan junto a un grupo de investigadores de la Facultad de Educación de la Universidad Simon Fraser en Vancouver, Canadá, ha cobrado importancia debido a “la visión antropológica del aprendizaje en el ser humano y la teoría de la recapitulación socio histórica y cultural”. 

Es por esto que desde hace algunos años, ambas casas de estudios tienen el convenio “un Memorandum of Understanding” que dentro de sus objetivos está la colaboración entre académicos y la realización de actividades formación continua del profesorado, por esto entre el 15 y el 19 de enero de este año un grupo de docentes de Pedagogía en Educación Básica, Pedagogía en Educación Parvularia, Magíster en Educación y del área de postgrado viajaron hasta Vancouver, Canadá, para ser parte de la Conferencia Internacional “Educación en la Imaginación” organizada por la Universidad Simon Fraser junto a Capilano University y el Center for Imagination in Research, Culture and Education.

Durante el seminario los académicos pudieron asistir a charlas de diferentes expertos en la materia, donde además de conocer las innovaciones de esta metodología de aprendizaje, tuvieron la oportunidad de conocer ejemplos empíricos, tal como explica Soledad Acuña, coordinadora del Magíster en Educación, mención creatividad e innovación pedagógica en la U. Finis Terrae. 

“Me sorprendió y emocionó mucho la experiencia compartida por el profesor James Johnson quien nos contó cómo logró enseñar inglés a un grupo de personas de diversas nacionalidades, edades y contextos que hablaban diversas lenguas y buscaban desarrollar habilidades de un idioma que hablaban muy poco”. 

“El profesor James ocupó herramientas de las primeras comprensiones de la Educación Imaginativa: somática y mítica. Imágenes con sonidos, música, pero sin palabras; el arte y las emociones que genera va apelando a un esquema cognitivo preexistente al lenguaje verbal sumado a una manera imaginativa de enseñar… La imaginación y su conexión con las emociones son herramientas indispensables y sólo requieren la presencia de un profesor motivado y comprometido”,  relata la directora del Magíster en Educación Finis Terrae. 

En la misma línea, Elizabeth Richter, una de las egresadas del Magíster en Educación U. Finis Terrae, y una de las asistentes al seminario recalca que “la innovación no es posible sin la imaginación, porque, es esta última la que nos permite visualizar no sólo lo que es, sino lo que podría ser, además pudimos comprender la necesidad de dar un lugar importante en la enseñanza a las emociones, ya que ellas comprometen y mueven a la acción”. 

Tras las charlas, los académicos realizaron ejercicios prácticos para entender de primera fuente esta metodología de aprendizaje.