#ProfesorOdontoFinis

Todas las mañanas, Alejandro Oyarzún llega a clases en su monopatín. Con un estilo único los alumnos lo llaman el profesor “cool” de la Facultad de Odontología de la U. Finis Terrae. Alejandro es profesor fundador de esta facultad, en la cual trabaja hace 17 años y hoy es coordinador de la Unidad de Innovación y Tecnología.

Dedicado a la enseñanza e investigación en Ciencias Biológicas durante años, optó por una especialización profesional en Endodoncia en 2013 que definió su quehacer académico en el futuro.

En su estilo de vida y metodología de trabajo está el sello de Berlín, su ciudad favorita, que ha visitado más de veinte veces.

Alejandro a continuación nos cuenta sobre su larga experiencia como #ProfesorOdontoFinis

¿Por qué quiso ser docente?

Comencé a indagar la magia del quehacer universitario siendo un estudiante de Odontología en la Universidad de Chile. Conocedor de las necesidades de atención odontológica en Chile, consideré que la carrera docente, en centros universitarios, es el mecanismo a través del cual podría aportar para intentar mejorar los precarios indicadores de salud bucal en nuestro país.

Comenzó su carrera docente en la Universidad de Chile, ¿Por qué decidió dejar dicha Facultad y ser parte de la U. Finis Terrae?

Mi ideal de Universidad estaba más cercano a la Finis Terrae que a la Universidad de Chile. Aquí la visión y misión institucionales se relacionan mejor con los principios que han guiado mi historia de vida. En el año 2013, luego de desempeñarme durante años como Magister en Ciencias Biológicas, la U. Finis Terrae me becó para obtener una especialización profesional en Odontología. Este hecho me permite tener una relación más directa con los estudiantes, para desarrollar en ellos el espíritu solidario que requiere la atención odontológica especialmente en el área de la Endodoncia, la especialidad más demandada en nuestro país.

¿Qué es lo que más le interesa transmitir a sus alumnos?

Quiero inculcar en mis estudiantes el ejercicio profesional honesto, solidario y compasivo, apegado al método de la ciencia. Quiero que los valores que tengo desde mi infancia inculcados por mi familia, mi colegio y la Universidad en la que me formé estén presentes en la formación de nuestros estudiantes. Que ejerzan su profesión con dignidad y respeto apegados al perfil profesional y a la misión que la U. Finis Terrae ha declarado.

¿Cómo es su relación con los estudiantes?

Mi relación con los alumnos es cercana y afectuosa. Sin embargo, los estudiantes no son mis amigos…. yo soy su profesor. Siempre les digo, “me imagino que ya han escuchado de mí -todos se ríen- quiero que sepan que todo lo que han escuchado es cierto y es mucho más”. Soy exigente, pero al parecer eso no importa, ya que los alumnos responden positivamente. Como profesor vinculo los afectos, las emociones con la creatividad y ese es mi gran éxito. Me considero un buen profesor y creo que la transformación de la sociedad empieza en la sala de clases.

¿Por qué un estudiante que está saliendo del colegio debería escoger la Facultad de Odontología de la Universidad Finis Terrae?

Creo que un alumno debe postular a la U. Finis Terrae porque en ella se da lo que todas las sociedades anhelan: la integración social. En esta Universidad, considerando la naturaleza de los alumnos en la actualidad, se genera un espacio en el cual se refleja la realidad y diversidad del país, donde todos los docentes y alumnos pueden ser auténticos… y eso es algo que debo agradecer. Cuando surgió esta Facultad, los primeros siete años, éramos la competencia directa de la Universidad de Chile. Principalmente, eso se debió a la labor formativa de nuestros alumnos en el laboratorio donde trabajo. Nuestra principal carta de presentación, eran los estudiantes que estaban realizando sus tesis o investigando y se presentaban en Congresos Nacionales e Internacionales. Esto es lo que hay que mantener e incentivar.