Talleres y visitas fueron parte de las actividades que incluyeron las “Misiones de Invierno 2022”, instancia organizada por la Pastoral de la Universidad Finis Terrae que se desarrolló entre el 18 y el 24 de julio.Los voluntarios se trasladaron a la localidad de Batuco, comuna de Lampa, donde compartieron con la comunidad, realizando jornadas puerta a puerta entregando un mensaje evangelizador. Además, se llevaron a cabo talleres para niños y adultos y apoyaron en las labores en la casa de las Hermanas de la Caridad, vivenciando una experiencia de Jesús durante esos días.

La directora de la Pastoral, María Angélica Herrera, sostuvo que “las misiones son una instancia de mucha riqueza espiritual y personal, tanto para los estudiantes de nuestra universidad como para las personas de la localidad a la que vamos. Estamos llamados a extender el Reino de Dios a todos los lugares y a través de las misiones se puede llegar a personas que en el día a día no es posible”, agregando que “a través de estas instancias, los alumnos pueden conocer diferentes realidades y contextos, además de vivir una experiencia diferente que los lleva a desplegar sus capacidades y desarrollarse de manera íntegra, compartiendo con una comunidad de jóvenes misioneros que se transforman en amigos. Además, cuentan con una red de apoyo y pueden vivir momentos de reflexión y oración, así como diversas actividades e instancias donde ponen al servicio de los demás sus talentos, capacidades, experiencias y conocimientos”.

Alejandra Navarro, estudiante de Odontología que participó de las Misiones, comentó que “nos encontramos en una situación compleja como sociedad, donde hay mucha violencia, egoísmo y falta de encuentro con Dios. Por ello, es muy importante realizar este tipo de actividades ya que así contribuimos en la vida de los niños y adultos, mostrándoles que desde el amor y entrega se pueden hacer cosas maravillosas, le damos una luz de esperanza y ayudamos a que encuentren en Jesús un amigo”.

“Personalmente, me ayudó a valorar mucho más lo que hoy en día tengo, sobre todo a mi familia y amigos, pero también me permitió hacer nuevas amistades con las cuales compartimos los mismos ideales y el servicio de ayudar a la comunidad” continuó Alejandra, quien definió las Misiones como “una experiencia inolvidable, enriquecedora y satisfactoria, donde las personas fueron muy acogedoras y receptivas para hablar de Dios y muy participativas de nuestros talleres, sobre todo los niños quienes, con una sonrisa, nos demostraron lo agradecido que estaban”.

Galería fotográfica