Con un positivo resultado concluyó la campaña llevada a cabo en conjunto por el Centro de Estudiantes de Medicina y la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terrae, quienes fueron en ayuda de los alumnos de la Escuela Papelucho de Colina.

La iniciativa apuntó a recibir donaciones de mercadería y aportes económicos de parte de estudiantes, académicos y egresados, permitiendo armar 50 cajas básicas que fueron entregadas el pasado 16 de julio a representantes de la Escuela Papelucho, institución de Educación Básica que cuenta con más de 500 alumnos.

Valentina León, coordinadora de Acción Social del Centro de Estudiantes de Medicina de la Universidad Finis Terrae, explica que la campaña se desarrolló “en conjunto con la Escuela de Medicina, desde donde nos contactaron para saber si podíamos sumarnos”, a lo que respondieron afirmativamente “dada la situación del país, donde hay tanta gente que está pasando hambre”.

“Fue emocionante poderlos ayudar. Obviamente fue un poco triste no poder conocer a las familias y compartir con ellos, debido a las restricciones por la pandemia, pero las profesoras igual nos enviaron audios durante el proceso de entrega de las cajas, donde los niños nos contaban los felices que estaban” concluyó Valentina León.

Vanitza González, psicóloga del equipo de convivencia escolar de la Escuela Papelucho, destacó el valor del aporte, especialmente considerando el contexto en el que se encuentran los alumnos. “La mayoría viene de sectores vulnerables de la comuna” sostuvo, agregando que “un alto porcentaje de nuestros apoderados son familias monoparentales femeninas, donde muchos de ellos son abuelitas se hacen cargo de los niños”.

Según Vanitza González, el proyecto educativo de la Escuela “viene del entorno humanista y promovemos valores universales como el respeto, la empatía y la solidaridad. Entonces es súper importante que instituciones externas nos puedan aportar. Así, esos valores se ven plasmados ahora, cuando la gente de verdad lo necesita”.

Una visión similar entregó Margarita Mazzo, docente de la Escuela Papelucho, quien comentó que “en este momento tenemos una gran vulnerabilidad en las familias de los alumnos. En el contexto de la pandemia, tenemos cursos con más del 50 por ciento de los apoderados cesantes”.

Debido a lo anterior, la docente resaltó la importancia de la donación en lo material, pero también en el ánimo de las familias que la recibieron. “Una de las primeras cajas que entregamos fue para una abuelita a cargo de cuatro nietos. Ella me resumió todo de una manera que me dejó pensando, ya que me dijo ‘qué bueno recibir cariño de gente que uno no conoce. Esto va más allá de una caja de mercadería. Estoy recibiendo cariño y me hace creer en las personas el saber que hay alguien que se preocupa de nosotros, pese a no conocernos’” recordó.

Por último, Margarita Mazzo señaló que el aporte recibido “es algo que llena el alma. Ojalá se repita, que otras instituciones se sumen, porque hay mucha necesidad. Los niños requieren contención y compañía, porque hay mucha tristeza y desesperanza y uno no alcanza a dimensionar lo que significan estos gestos para una persona”.