Durante los últimos años, la salud mental ha adquirido un papel prioritario a nivel global debido a su gran impacto en el bienestar individual y social. Ante esto El Centro de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae, en conjunto con la Facultad de Medicina, presentó la Nota Técnica N°8: “Salud Mental en Chile: Avances y Desafíos”, un documento que ofrece una radiografía exhaustiva de la situación de la salud mental en el país.

Liderada por el Dr. Alfonso González, este informe profundiza en los progresos logrados, los desafíos pendientes y las oportunidades para fortalecer el sistema de atención enfocado en salud mental.

El evento contó con la participación de Javiera Erazo, jefa del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, en donde subrayó la necesidad de fortalecer la legislación para abordar desigualdades históricas. “Hace 20 años toda esta discusión era impensada. Hoy sabemos que regular las prácticas clínicas, especialmente aquellas que implican restricción de derechos fundamentales, es indispensable para garantizar tanto la tranquilidad de los trabajadores de la salud como de los pacientes y usuarios de los servicios”, señaló.

El gasto en salud mental en Chile representa apenas el 2% del presupuesto nacional en salud, situándose muy por debajo del promedio de los países desarrollados, lo que impacta negativamente en la calidad y cobertura de los servicios. En este contexto, el Dr. Alfonso González enfatizó la importancia de invertir en programas eficaces, señalando que “por cada peso que invertimos en tratamientos efectivos, se pueden recuperar tres en términos de productividad global”.

Otro aspecto relevante de la discusión fue el bienestar psicológico de los estudiantes de educación superior, quienes presentan altos niveles de síntomas de ansiedad y depresión. “Casi el 50% reporta sintomatología ansiosa, depresiva y de otro tipo, lo que indica que se trata de un grupo altamente sintomático”, señaló el doctor González. No obstante, enfatizó en que esto no implica que el 50% de los estudiantes cuente con un diagnóstico clínico, sino que la frecuencia de los síntomas reportados es considerablemente alta.

Javiera Erazo agregó que “durante el año 2022 se llevó a cabo un diagnóstico sobre la situación de salud mental de los estudiantes de educación superior en Chile. Posteriormente, en 2023 y 2024, se conformó una mesa de trabajo que recientemente publicó un documento de recomendaciones construido de forma colectiva”. Estas recomendaciones incluyen estrategias costo-efectivas y progresivas para abordar las necesidades específicas de esta población.

El informe propone acciones clave para mejorar la salud mental, como aumentar el presupuesto en esta área, fortalecer la formación de especialistas y aplicar estrategias preventivas, especialmente para jóvenes y adultos mayores. Estas medidas buscan reducir las brechas existentes y garantizar un mejor acceso a servicios y apoyo.

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