Los profesores que se desempeñan en establecimientos escolares públicos, es decir municipales, subvencionados, de administración delegada o pertenecientes a Servicios Locales de Educación, son parte de la denominada “Carrera Docente” que desde el año 2016 estableció este recorrido para que a los docentes se les pueda reconocer la experiencia, competencias y conocimientos alcanzados a lo largo de su trayectoria profesional. 

Para establecer tramos en la Carrera Docente en la Ley 20.903 se crearon diversos mecanismos de evaluación para medir el grado en el que se puede encasillar a los docentes. Uno de esos es el portafolio docente: instrumento que evalúa la práctica pedagógica de los docentes, a partir de evidencia directa de su trabajo. 

Dado que es importante que los docentes cuenten con portafolios adecuados para presentar, la Universidad Finis Terrae a través de su Facultad de Educación, Psicología y Familia dictó una capacitación sobre esta materia a la cual asistieron alrededor de 500 profesores de colegios de la Fundación Red Educacional Santo Tomás de Aquino, con la cual existe un convenio de prácticas e investigación. 

“En el portafolio los profesores se dan cuenta de cómo se han ido desarrollando y perfeccionando a lo largo de su práctica pedagógica, y desde la Finis Terrae además de entregarles aspectos técnicos para completar el portafolio y tener el conocimiento necesario para su evaluación, instalamos una mirada de reflexión sobre su labor diaria y mejora continua”, afirma Marilú Matte, decana de la Facultad de Educación, Psicología y Familia de la U. Finis Terrae. 

Fueron dos días de capacitación en los que los docentes participaron de una  capacitación  que se llevó a cabo mediante una metodología activa y participativa, diseñada para facilitar la comprensión de las exigencias relacionadas con el diseño de un portafolio docente.

“Se realizó una exposición oral a cargo del relator, quien presentó de manera clara y estructurada los conceptos fundamentales que articulan la idea del portafolio docente. Esta fase inicial tuvo como objetivo proporcionar a los participantes una base conceptual sólida, que les permita entender la importancia y los elementos necesarios para su elaboración”, explica Aldo Montenegro, coordinador de innovación curricular y formación continua de postgrado de Educación de la U. Finis Terrae. 

Además, se desarrollaron talleres prácticos, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos durante la exposición. 

“Estos talleres se centraron en la co-creación de los diferentes componentes del portafolio. Durante las sesiones de taller, se contó con la supervisión y retroalimentación constante de los relatores, quienes brindaron apoyo individualizado a los participantes. Esta interacción permitió una revisión crítica de los avances y fortaleció el proceso de aprendizaje, asegurando un ambiente colaborativo que enriqueció la experiencia formativa de los docentes”, añade Montenegro.

Tras los días de capacitación, los académicos se mostraron interesados en los contenidos aprendidos, tal como comenta María Isabel Soto, profesora de educación diferencial del Liceo Sara Blinder de la comuna de Santiago, y quien fue parte de este curso. 

“Pude aprender mucho sobre los aspectos que debemos seguir en esta nueva etapa de evaluación y el curso nos permite tener el conocimiento con métodos aplicados para ir completando el portafolio, y espero que sea satisfactorio el resultado”, afirmó la docente.