Con la presencia de autoridades, directores, académicos y alumnos, la Universidad Finis Terrae recibió al chef italiano Nicolò Giacometti, quien encabezó una demostración culinaria dedicada a la cocina tradicional de su país. La actividad se desarrolló en la sala demostrativa de nuestra casa de estudios y fue organizada por la Escuela de Dirección y Gestión de Artes Culinarias junto a la Embajada de Italia.
La instancia, parte de la semana de la Cocina Italiana en el mundo, contó con la asistencia de la embajadora de Italia en Chile, Valeria Biagiotti, quien valoró el compromiso y entusiasmo de los estudiantes por conocer de primera fuente la gastronomía de su país. La autoridad diplomática destacó la instancia y valoró el interés de los estudiantes de la Escuela por participar en la clase magistral.

Nacido en Milán en 1985, Giacometti vivió allí hasta los 26 años. Tras una temporada en Francia, llegó a Chile en 2014. Ya establecido en el país, creó La Buona Forchetta, empresa dedicada a difundir la historia gastronómica italiana mediante talleres y cursos de cocina. Durante la clase, el chef presentó el paso a paso de la elaboración del Raviolone Nino Bergese, un raviolo relleno con ricotta-espinaca y yema cruda, condimentado con mantequilla quemada y demi-glace.

Respecto del significado de la actividad para los estudiantes, la embajadora Biagiotti señaló que «ha sido una gran instancia para ellos el hecho de prender las recetas de la cocina italiana y poder desarrollarlas en el futuro, descubrir más sobre nuestra cocina y nuestros productos originales, porque también hay muchas imitaciones de productos italianos».

La directora de la Escuela de Dirección y Gestión de Artes Culinarias, Carolina Cumsille, resaltó el valor formativo de este tipo de encuentros. «Nosotros fomentamos este tipo de actividades, sobre todo, con chefs de embajadas, porque nos permite conocer de primera fuente muchas recetas, platos, técnicas de otros países y fomentar en el fondo la cultura gastronómica de nuestros alumnos”. La académica agregó que este tipo de instancias “nos permite vincularnos a través del idioma que nosotros conocemos, que es el de las artes culinarias, así como también nos permite fomentar la cultura y la asociación entre países. Esto es muy positivo tanto para nosotros como para las embajadas».
La facultativa también destacó la cercanía del chef con los estudiantes durante la demostración. «Fue una clase muy didáctica y amena. El chef se transforma detrás de la cocina porque cuando uno conversa con él es bastante serio, pero luego, detrás de los fuegos, ya lo tenemos en su esplendor, en su salsa diría yo, muy contento haciendo su clase. Y eso se transmite a los alumnos, quienes pusieron mucha atención».

La instancia sirvió, además, para reafirmar el compromiso de la Escuela de Artes Culinarias con generar experiencias formativas vinculadas a la cultura gastronómica internacional, fortaleciendo así la relación entre la universidad y las representaciones diplomáticas presentes en el país.