En la nota, el profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, doctor Joaquín Reyes Barros explicó que dicho tratado internacional establece que los recursos naturales lunares “son patrimonio común de la Humanidad, por lo tanto están fuera del comercio humano” y que por ello “ningún Estado podría reclamar dominio sobre ellos”, precisando que, sin embargo, el mismo tratado establece que “los Estados sí pueden utilizar estos recursos, siempre que lo hagan bajo condiciones de cooperación mutua”.
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