Asimismo, el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Finis Terrae y la Universidad de Chile destacó que “una Constitución debe ser una carta que represente a todos los ciudadanos, un texto fundamental en donde todos se sientan interpretados. Y por eso, tal como lo ha reconocido la doctrina en general, una Constitución debe ser aprobada por una mayoría importante para que tenga legitimidad”, agregando que en el caso chileno, por ejemplo, “la Constitución de 1925 fue plebiscitada, y si bien una mayoría la aprobó, los dos grandes partidos de la época se abstuvieron. O sea, hay alguna tradición en Chile de que los textos cuando surgen tienen dificultades, pero efectivamente debiera esperarse de un texto el mayor consenso posible. Y en ese sentido, creo que se hizo un buen trabajo, por ejemplo en la Comisión de Expertos, cuando de manera unánime se entregó un anteproyecto al Consejo Constitucional”.
Le invitamos a ver la entrevista completa en este enlace.