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Cómo hacer clases con niños de distintos cursos, con vista a un volcán: la experiencia de las pasantías rurales de Pedagogía en Educación Básica y Parvularia
En este viaje, los estudiantes tuvieron una inmersión ambiental, ya que no solo tenían que preparar clases o estar en aula, sino también tuvieron que aprender a convivir, usar locomoción interurbana e, incluso, caminar varios kilómetros para llegar a destino.
Pitrufquén y Valdivia fueron los destinos de los 24 estudiantes de Pedagogía en Educación Básica y Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad Finis Terrae, para realizar las pasantías en escuelas unidocentes, multigrado y jardines infantiles de Integra, establecimientos tienen una realidad completamente distinta a los de la Región Metropolitana.
En este desafío, los futuros pedagogos fueron acompañados por el director de Pedagogía en Educación Básica, Sergio Monsalvez; la coordinadora del Programa de Pasantías de Educación Parvularia, Inge Wittwer, y Pamela Arias, profesora del jardín infantil El Aguilucho. La docente fue invitada a esta iniciativa, dado que su establecimiento ha ofrecido prácticas a alumnas de la carrera de Educación Parvularia.
La realidad de los alumnos de esa zona es muy distinta a los de Santiago, como contó Nayadeth Poblete, estudiante de Pedagogía en Educación Básica: “A muchos niños los retiraban temprano, porque tenían que ir a cortar leña o a guardar los animales. Eso te muestra que hay lugares que tienen mucha necesidad”.
Nayadeth tuvo la oportunidad de estar en el aula con alumnos de tercero y cuarto básico, es decir, en una escuela multigrado, haciendo clases principalmente de Lenguaje y preparación del Simce y Ciencias Naturales, asignatura en la que se encuentra realizando una mención.
Allí se dio cuenta del desafío que tenían las docentes para adaptar el material para ambos niveles, sobre todo por la falta de tiempo. “Tuvimos que improvisar un poco, pero siento que salió súper bonito. En la experiencia, pude reforzar la seguridad que uno tiene como profe, para hacer las clases sin tanta planificación, sin tanta estructura. Me sirvió mucho para flexibilizar mi trabajo”.
La alumna tuvo pasantías en dos escuelas, a las cuales llegaba en locomoción colectiva. Para llegar a la Escuela Nuevo Horizonte, solo bastaba bajarse en el paradero y cruzar la calle. Pero otra cosa era llegar a la escuela Susana Ortiz: “Había que caminar un kilómetro y medio para llegar allá. Pero el camino era bonito, porque tenía como vista el volcán (Lanín), y no tuvimos lluvia, menos mal”.
Betsabé Miranda también estuvo en un colegio multigrado, y destacó que “aprendimos a trabajar los distintos cursos y, también, la diversidad en el aula. Ha sido muy enriquecedor aprender sobre esto, cómo trabajar con educadoras diferenciales, cómo hacer los materiales para los alumnos, que en nuestro caso, fueron siete niños”.
“Lo que nosotros buscamos es que los estudiantes tengan un acercamiento a un contexto que no se da en Santiago, como es la multidocencia, y con escuelas con niveles de ruralidad y multiculturales. Para dar un ejemplo, todas las escuelas de la zona tienen cursos de lenguaje de mapuzungun”, comentó el director de Pedagogía en Educación Básica, Sergio Monsalvez.
Agregó que con estas pasantías “hay una ganancia rica en términos de reconocer formas de trabajo distintas y una valoración de la tarea docente de esos profesores que trabaja en estas escuelas más aisladas. Desde el punto de vista afectivo, los niños de campo tienen una forma diferente de relacionarse dentro sala”.
Educación de Párvulos
Las pasantes párvulos estuvieron en Valdivia, quienes además de sus actividades en aula en jardines de Integra de San José de la Mariquina, Río Bueno y La Unión, tuvieron recorridos por lugares significativos de la ciudad, como el Parque Saval, y visitas a museos, acompañadas por una académica de la Universidad Austral.
Las alumnas se sumaron al trabajo del equipo de aula, con una planificación, conocieron las diferencias del contexto regional versus la capital y conocieron establecimientos construidos con conceptos de la zona, como el jardín Antü Küyen (sol y luna en mapudungun) ubicado en San José de la Mariquina. El establecimiento está diseñado con forma de ruca, el piso tenía diseños de los elementos clave de la cultura mapuche, y sus alumnos tienen un 40% de representación étnica.
A estas actividades se sumó un conversatorio con alumnas de la misma carrera de la Universidad Austral, en el que las estudiantes de la Universidad Finis Terrae pudieron comparar planes de estudio de ambos planteles, compartir experiencias sobre las prácticas. Esto último les permitió “relevar la importancia de realizar prácticas desde primer año en la carrera de Educación Parvularia”, indicó la la coordinadora del Programa de Pasantías de Educación Parvularia, Inge Wittwer.
Catalina Campos fue pasante por Educación Parvularia y asistió a tres establecimientos para niños menores de cinco años en San José de la Mariquina, Río Bueno y La Unión, respectivamente. “En los jardines que yo visité, los papás podían ir a planificar una vez al mes con los equipos educativos. Eso nunca lo había visto en Santiago y creo que esa práctica se debería replicar en todos los jardines, porque siempre hablamos de la alianza familia y escuela, pero nunca lo vemos”.
La futura educadora de párvulos encontró que en algunos jardines también había “multigrado” entre medio y medio menor, en la misma sala. “Lo más se veía reflejado en los estilos de vida, era la calma en la sala. Los niños no estaban estresados, como lo que uno ve en Santiago. Esto me hizo pensar en que no hay necesidad de andar corriendo, sino respetar los tiempos de los niños. La rutina se va a cumplir igual, vamos a poder implementar nuestras estrategias y va a ser mucho más provechoso para los niños el darle el espacio que necesitan.
Para asistir a los jardines infantiles, las pasantes tenían que ir a los terminales para tomar buses interurbanos. Las jóvenes tuvieron que compartir en una cabaña, donde tenían que coordinar desde la comida, la planificación de las actividades y la convivencia.
“Les diría a mis compañeras que tienen que ir a la pasantía, tienen que vivir la experiencia. Valdivia tiene mucho que entregar y tenemos mucho que aprender todavía en el ámbito de educación. Toda la experiencia que se vive, les va a sumar”, concluyó la estudiante.
Según informó la coordinadora de las pasantías, la experiencia se replicará en 2025.
Medios de comunicación locales que recogieron pasantías rurales de la Universidad Finis Terrae
Entrevista a Sergio Monsalvez en Radio Universal de Pitrufquén
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