El miércoles 30 de agosto, se desarrolló en formato online el cuarto simposio de Análisis de Caso Clínico, iniciativa perteneciente al área de Vinculación con el Medio de la Escuela de Psicología. Se presentó un caso clínico ficticio, el cual fue analizado desde cinco corrientes teóricas, representadas por profesionales de diversas universidades y grupos clínicos. 

Joaquín Celis, psicólogo con especialización en psicoanálisis, y profesor de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes, representó a la corriente psicoanalítica. Karina Husak, psicóloga clínica y terapeuta familiar y de parejas del Instituto Chileno de Terapia Familiar, expuso desde la perspectiva sistémica. Representando a la corriente humanista, el Simposio contó con Amira Juri, psicóloga y supervisora clínica que actualmente se desempeña como profesora en la Universidad San Sebastián. María Ignacia Montt, especialista en terapia conductual dialéctica y miembro del Grupo DBT Chile, presentó desde el modelo cognitivo-conductual. Por último, Pablo Verdier, médico psiquiatra y docente de Psicopatología Adultos de la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae, y presidente de la Asociación de Psicología Integral de la Persona, explicó su análisis de caso desde dicha perspectiva.

Como reflexión sobre el ejercicio de análisis realizado, María Ignacia Montt expresó: “Independiente de la formación que uno tenga, lo más importante es lo que el paciente necesita”. Joaquín Celis destacó la importancia de tener una mirada fenomenológica “en el plano lo más descriptivo posible, sobre todo en las primeras sesiones, porque permite orientar bien la toma de decisiones”. Amira Juri, hacia el cierre, expresó lo que a su parecer es el corazón de nuestra profesión: “Acceder a la intimidad de la persona del paciente es un privilegio que tenemos los terapeutas”. 

Pablo Verdier, representando la visión que se cultiva en la Escuela de Psicología de la U. Finis Terrae, explicó que “la psicología integral de la persona concibe el psiquisimo como el conjunto de las capacidades operativas o potencias. En el modelo aristotélico tomista, las facultades humanas están en tres niveles: el nivel vegetativo, sensitivo y espiritual. Tenemos que ir poniendo los datos de la realidad clínica en este modelo, para ver qué imagen se forma de este paciente en particular”. Algunos elementos propios de esta mirada son identificar experiencias particulares que llevan al paciente a formar juicios sensibles sobre sí mismo y el mundo, y rescatar los recursos, valorando los elementos de fortaleza personal que muestran que el paciente se concibe como el agente de su vida. En este sentido, “las técnicas, independiente de la escuela de la cual provengan, constituyen herramientas al servicio del paciente”, manifestó Verdier. 

Los participantes comentaron que fue una oportunidad de expandir y profundizar sus conocimientos sobre las distintas corrientes: “Agradecería que hayan más simposios, soy estudiante y el hecho de ver este desarrollo desde distintas posturas me ayuda comprender y mejorar mi análisis. Aprendí mucho hoy”.

Si quieres revivir el Simposio, puedes encontrar la grabación aquí