Constanza Descalzi, alumni Facultad de Derecho U. Finis Terrae: “Nuestro sello es tener una formación valórica que nos permite reconocernos en los problemas del otro”
Pudo estudiar gracias a una beca que la U. Finis Terrae le entregó. Tuvo un exitoso paso por la facultad, donde recibió cuatro premios por su desempeño académico. A los 29 años ya era socia fundadora de su oficina de abogados. Acá comparte su experiencia.
A pesar de provenir de una familia donde predominan los profesores y científicos, Constanza Descalzi Toro leyó su primer texto legal cuando cursaba segundo básico. “Leía la Constitución Política de la República y otros códigos que tenía mi abuelo en su biblioteca”, relata. “Mi abuelo tenía muchos otros libros y que tomara los legales fue el azar. Siempre mis padres me cuentan la anécdota que yo tomé la Constitución para aprender a modular las palabras cuando estaba aprendiendo a leer”, recuerda entre risas. Una situación que más allá de ser una historia familiar, se convertiría en el eje de su vida adulta luego de que decidiera seguir una carrera “que hasta el día de hoy me reporta crecimiento personal y profesional. Me hace muy feliz ayudar a las personas y buscar soluciones justas a sus problemáticas”, señala.
¿Cómo se expresó esa inclinación en su niñez?
–Tiene que ver con un tema de personalidad. Siempre, desde que tengo recuerdos, me han molestado mucho las injusticias. Desde muy pequeña mediaba entre discusiones o peleas para que se solucionaran lo más rápido posible. A lo largo de mi vida escolar siempre traté de estar en puestos de liderazgo para ayudar al resto, no por una razón de ego, sino que para tratar de solucionar los problemas y que no existieran conflictos o discusiones que se extendieran por mucho tiempo.
Constanza Descalzi entró a la Universidad Finis Terrae por recomendación de su primo Doménico Descalzi, quien también estudió en nuestra facultad y le habló de la calidad académica y humana de nuestra casa de estudios. “Por otro lado, me motivó mucho el ganar una beca por puntaje PSU”, relata. “Siempre voy a valorar el que haya podido optar a una beca, porque en esa época mi familia no se encontraba en el mejor momento económico y eventualmente yo no habría podido estudiar en la Universidad Finis Terrae teniendo que pagar mensualidades de forma completa. Es algo que le agradezco a la universidad hasta el día de hoy”.
¿Cómo describiría su experiencia en la Facultad de Derecho?
–Siempre fue una Facultad, tanto en lo personal, humano y académico, muy amigable. Siempre nos mostraron una facultad cercana, con política de puertas abiertas para conversar ciertos problemas que pueden surgir en la vida académica. Los profesores son muy reconocidos a nivel nacional en sus respectivas especializaciones y siempre voy a agradecer enormemente el otorgamiento de la beca. La U. Finis Terrae me dio este beneficio además de una educación de calidad en valores cristianos. Yo siempre he tenido formación católica, tanto en mi familia como en el colegio, y llegar a una universidad que también poseía esos valores y que tuviera una capilla lo agradecí mucho, porque en momentos de estrés o de nerviosismo previos a un examen oral, siempre recurrir a la capilla era un momento bastante especial.
En su paso por nuestra facultad, Constanza Descalzi fue ayudante de la profesora Ángela Arenas –actual directora de la Escuela de Derecho– y del profesor Juan Andrés Orrego, además de ayudante de investigación del profesor Rodrigo Barcia y la profesora Arenas. A pesar de esta carga académica extra, Descalzi destacó por su rendimiento, recibiendo el Premio Legal Publishing y el Diploma al Mérito en tres ocasiones (2009, 2010 y 2011) gracias a su promedio de notas, y el Premio Profesor Jaime Guzmán Errázuriz, otorgado por la fundación del mismo nombre. Asimismo, al igual que en su paso por el colegio, Descalzi formó parte de la Pastoral de nuestra universidad, realizando trabajos sociales en la Fundación Mi Casa y Fundación Mano Amiga, experiencias que agradece hasta el día de hoy
–¿Cómo la ayudaron en su desempeño laboral esas experiencias?
–Me ayudó mucho, me permitió desarrollar dotes de enseñanza a pesar de no tener una preparación en pedagogía. A pesar de que es una mayor carga, definitivamente se lo recomiendo a todos los estudiantes, porque da una perspectiva diferente, que tanto en el ámbito laboral como de cursar posgrados les servirá mucho. En cuanto a la Pastoral, ayudar al otro, darse cuenta de las diferentes realidades que existen en nuestro país, sin duda genera un gran crecimiento personal y nos permite tener conciencia de que efectivamente podemos ser un agente de cambio positivo. No vamos a cambiar a la sociedad, pero podemos influenciar positivamente a las personas y de esa manera cumplir la labor católica en nuestras vidas, tanto en el ámbito personal como en el laboral”.
Luego de su práctica en el SERNAC, donde reafirmó su interés por la litigación, Constanza Descalzi se desempeñó en un estudio jurídico –donde fue parte de la defensa de los accionistas minoritarios en el Caso La Polar y algunos imputados en el caso SQM–, la Vicaría para la Educación, la Dirección de Género de la U. de Talca (campus Santiago), hasta que en 2017 decidió crear su propia oficina junto al también egresado de la Facultad de Derecho de la U. Finis Terrae, Juan Pablo Cortés Hecherdorsf, y la actual directora de la Escuela de Derecho, Doctora Ángela Arenas Massa. Junto a su labor como abogada litigante, actualmente Constanza Descalzi es Magíster en Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Chile y académica del Centro de Formación Técnica de la U. Santo Tomás.
–¿Qué le recomendaría a un estudiante que quiera crear su propia oficina?
–La verdad, para los que sueñan con concretar esa meta, me alegro de que estén en la U. Finis Terrae porque entrega muy buenas herramientas y una perspectiva de la vida laboral que no se obtiene en otras universidades. Les diría que sigan adelante con ese sueño porque es algo factible y les recomendaría que se centren en las personas, tal como lo hacemos en nuestra oficina y tal como sucede en la U. Finis Terrae, donde como alumnos fuimos queridos, respetados y nos trataron como personas y no como clientes. Los invito a seguir esa misma línea, creo que es un muy buen cumplimiento de la misión y el valor de la universidad. En mi experiencia he visto que todos los egresados de la Universidad, además de ser exitosos en sus áreas, tienen este sello de respeto hacia el otro. Es un criterio común, una formación valórica con la que todos egresamos, que nos hace reconocernos en los problemas del otro, asumirlos como si fueran propios, con alteridad.
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