
“La libertad religiosa no puede ser suspendida. Es un derecho humano que pertenece al “núcleo duro de derechos humanos” y, en consecuencia, al “ius cogens”. Por esto es que resulta tan importante la reciente sentencia de la Corte Suprema sobre la materia, pese a los defectos de que adolece”, explican ambos académicos, en un análisis jurídico conjunto que pueden leer en este enlace.