Diplomado en Educación de la U. Finis Terrae entrega estrategias para que profesores enseñen a leer y escribir a escolares con un enfoque en contextos diversos
El programa está dirigido a educadores de párvulos, profesores de educación básica, educadores diferenciales, psicopedagogos y jefes de Unidades Técnicas Pedagógicas.
En Chile más de medio millón de personas son analfabetas. Es decir, cerca de 516 mil chilenos no saben leer ni escribir, esto de acuerdo a la última encuesta Casen que arrojó que si bien los índices de analfabetismo en el país son un tema de preocupación, estos han ido disminuyendo de forma considerable desde 1962, cuando habían alrededor de 800.000 personas en esta condición.
Si bien los índices de analfabetismo han disminuido con el paso de los años, la situación sigue siendo preocupante y aún más tras la llegada de la pandemia donde los estudiantes estuvieron sin asistir a clases presenciales por un largo período. Esto afectó los índices de aprendizaje de gran parte de los escolares chilenos, repercutiendo con mayor fuerza en los niveles de enseñanza que se enfocan en la lectoescritura.
Después de la pandemia, lejos de mejorar, la situación es aún más crítica dado que muchos niños y niñas no tenían acceso ni siquiera a clases digitales.
Por esto es necesario que los docentes de aula estén preparados para enseñar a leer y a escribir con nuevas estrategias didácticas que hagan sentido a las nuevas generaciones y realidades. Esto es lo que plantea el diplomado “Alfabetización inicial en contextos de diversidad” de la U. Finis Terrae.
“En este diplomado diseñaremos situaciones didácticas y experiencias de aprendizaje que permitan que los docentes enseñan a leer y escribir a los estudiantes desde sus propios saberes, por esto es importante que los niños y niñas reflexionen sobre sus pares y en un ambiente que favorezca dicho aprendizaje”, explica Miriam Ferrando, profesora de Educación Básica y coordinadora del diplomado.
El programa de estudio está dirigido a educadores de párvulos, profesores de educación básica, educadores diferenciales, psicopedagogos y/o jefes de unidades técnicas pedagógicas.
“Es importante considerar que todos los escolares deben aprender a leer y escribir, pero no necesariamente lo hacen al mismo tiempo. Cada uno se aproxima a la lectura y escritura desde sus saberes, contexto y experiencias cotidianas, y es justamente eso lo que tratamos en el programa. Se trata de acercar la enseñanza al aprendizaje”, agrega Ferrando.
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