“La Universidad tiene un rol muy importante hoy día, no sólo de titular estudiantes, sino de formar vidas y, por lo tanto, no simplemente buscamos una formación profesional sino una formación integral, una formación universitaria”, explicó P. James Cleary, L.C., uno de los editores del libro “Formación integral universitaria. Una respuesta a los desafíos de hoy”, que se presentó el pasado 13 de diciembre, en la U. Finis Terrae. 

En la presentación del libro, editado por los académicos P. James Cleary, L.C. y Vicente Pérez Moreira, intervinieron el rector Cristian Nazer y el vicerrector de Formación Integral, José Mateos. También estuvieron presentes en la actividad, organizada por la Dirección de Filosofía y Formación General y Ediciones Universidad Finis Terrae, algunos autores de los capítulos de la obra, como Elena Orozco, Ignacio Hüe y Gonzalo Letelier, además de académicos, funcionarios e invitados.

El vicerrector de Formación Integral, José Mateos, comentó que el libro “nos ofrece un estupendo compendio de reflexiones en torno a la persona humana que se convierten en una verdadera respuesta a los desafíos del quehacer de la Universidad Finis Terrae hoy”, agregando que “toda universidad y todo académico debe hacerse estas preguntas: ¿Por qué enseñamos? ¿A quiénes lo hacemos? ¿Cuál es el fin último que pretendemos?”.

“La respuesta a estas preguntas pasa necesariamente a través de la formación integral”, señaló el Vicerrector, quien indicó que “la formación integral de la persona y la conformación de una comunidad universitaria acorde a este tipo de formación son la razón de ser de esta universidad”.

Luego, el subdirector de Filosofía y Formación General, Thomas Rego, repasó los contenidos del libro para luego compartir aspectos de la reflexión que éste ha suscitado en él, partiendo de la búsqueda por responder sobre el porqué se está hablando de formación integral, dando tres razones. 

“Primero, la relación entre las virtudes intelectuales y las morales nos mueven del saber hacer al actuar efectivamente orientados por amor al bien propio y al bien común con mesura, coraje y racionalidad prudencial. Segundo, porque el conocimiento epistemológico de la propia ciencia es un aporte al desarrollo de la propia disciplina. Tercero, porque el conocimiento de la fundamentación epistemológica de las restantes ciencias hace posible una verdadera labor interdisciplinaria”, comentó. 

Thomas Rego profundizó al sostener que “sólo entendiendo los límites de mi ciencia y las relaciones con las restantes puedo comparar las conclusiones, procedimientos y puntos de partida de ciencias distintas. La interdisciplinariedad profunda exige conocimiento filosófico y esto se hace posible en la universidad con formación integral universitaria. La formación universitaria debe ser integral porque su plenitud es una sabiduría que no sólo entiende, sino que también obra”, recordando que es en Cristo donde está la verdad y que no debe ser excluido de la vida universitaria, ya que “la reflexión del cristiano sobre el mundo amplía la discusión sobre lo real y funciona como sal en el ágora universal”.

“Formación integral universitaria. Una respuesta a los desafíos de hoy” se encuentra a la venta en Ediciones Universidad Finis Terrae.