Noticias Finis Terrae

Dra. Paula Caffarena: Que la ciudadanía se vacunara en masa ante el COVID-19 fue por la cultura instalada por el Estado hace dos siglos

La historia de la salud pública en Chile es lo que investiga la directora del Centro de Investigación y Documentación (CIDOC) de la U. Finis Terrae. Sus resultados evidencian los frutos del esfuerzo sostenido que ha realizado la autoridad en materia sanitaria.

Publicado: Marzo 28, 2025

Los adultos mayores que pasaron la frontera de los 80 años y que se criaron en zonas rurales suelen recordar cómo a las escuelas llegaban unas “señoritas de blanco”, a mediados del siglo pasado, a poner vacunas sublinguales. 

Aunque para los chilenos del siglo XXI está totalmente internalizado el calendario de vacunación que desarrolla el Ministerio de Salud de Chile cada año, a veces se olvida que esto es fruto de un esfuerzo sanitario sostenido del Estado. Esto es lo que evidencia el proyecto de investigación Fondecyt Regular “ Sociedad, política y salud. Las campañas de vacunación entre 1918 y 1978”, que desarrolla Paula Caffarena, Doctora en Historia y directora del Centro de Investigación y Documentación (CIDOC) de la Universidad Finis Terrae. El estudio que inició en 2023 culmina en 2026.

“Me parece que es un tema interesante porque en él se mezclan, por una parte, el tema de la salud, que tiene que ver con lo privado, porque el que se enferma es el individuo. Pero también tiene una dimensión colectiva. La salud pública articula muy bien esas dos aristas: lo público y lo privado. Además, siempre me ha llamado mucho la atención que es un problema que ha cruzado la humanidad, aunque no haya tenido ese mismo nombre”, explicó. 

El interés particular de la Dra. Caffarena es la vacunación asociada a enfermedades erradicadas o muy controladas en Chile, como difteria, sarampión, viruela, poliomielitis, coqueluche, tos convulsiva y tuberculosis.

“Lo que estoy haciendo es mirar en el largo tiempo cómo se desarrollaron esas campañas de vacunación, cómo se organizó el Estado, cómo se llevó la vacuna a lo largo de todo el territorio. Por ejemplo, en 1940 no era fácil ir a Chiloé, pero nuestro país tiene muy buenos indicadores”, detalló.

La investigadora planteó que el hecho de que la ciudadanía se vacunara de manera masiva ante la pandemia de COVID-19 responde a una cultura instalada por el Estado de Chile desde hace al menos dos siglos. “No es que solamente el Servicio Nacional de Salud colocara las vacunas. Había educadores sanitarios que se encargaban de entregar información a la población, sobre todo a los padres”, precisó.

Una de las herramientas utilizadas por las autoridades para educar a la ciudadanía, en el período de investigación, fue la distribución de panfletos, pero -aclaró- con una gran diferencia. Dado que a mediados del siglo pasado había una alta tasa de analfabetismo, explicó, se recurría a las imágenes. “De hecho, ya en los años 70 se puede ver el desarrollo del cartelismo, donde el foco está en la imagen y no en el texto”, precisó. Actualmente, el tesista Carlos García de la Licenciatura en Historia, que está siendo guiado por la académica, está investigando este tema. 

A raíz de este proyecto, en julio de 2024, se realizó un seminario sobre salud pública en el que participó la investigadora argentina María Silvia Di Liscia, profesora titular en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa, Argentina, donde es directora del Instituto de Estudios Históricos y Sociales. En marzo del próximo año habrá una actividad similar con otro invitado internacional, como parte de la finalización del proyecto Fondecyt de la Dra. Caffarena.

Salubridad en el siglo XIX

En los albores de la República en Chile, los gobernantes también se enfocaron en la salud de la ciudadanía. La Dra. Caffarena se enfocó en el análisis del período comprendido entre 1830 y 1890, en el cual estudió los documentos del protomedicato, que era el tribunal que regulaba el ejercicio de la medicina y la salud pública, para ver cómo se las arreglaba el Estado en ese entonces con epidemias como la escarlatina. Era una época, dijo, en que las distancias eran prácticamente insalvables y que los medicamentos producidos en Europa llegaban por barco. 

“Lo interesante es que el Estado de ese entonces utilizó las mismas herramientas que vimos, por ejemplo, a raíz del COVID-19, como el aislamiento. También hay un tema importante, que es la noción de riesgo. O sea, cuando las personas sienten que están en riesgo tienen una predisposición mucho más amplia a acatar las medidas del Estado, cuando sienten que su vida o algo puede estar en peligro”, precisó la investigadora. 

Para la académica, la investigación es “un camino lleno de satisfacciones”, que es la idea que ella quiere transmitir a las estudiantes de pregrado para que se dediquen a este ámbito del conocimiento. “La investigación es un camino largo, que muchas veces se hace cuesta arriba, pero los resultados que uno obtiene son muy enriquecedores porque vas viendo cómo el conocimiento puede cambiar, puede avanzar procesos históricos”, indicó.