Por primera vez, un equipo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Finis Terrae participó en la fase nacional del torneo universitario de programación más prestigioso del mundo, el ICPC por su sigla en inglés (International Collegiate Programming Contest). La competencia se desarrolló entre el 8 y el 9 de noviembre en la sede Coquimbo de la Universidad Católica del Norte, reuniendo a equipos de todo el país.

El grupo de la Universidad Finis Terrae, denominado “Bogosort INC”, estuvo compuesto por los estudiantes Benjamín Loaiza, Eduardo Velásquez y Miguel Obanos, quienes fueron acompañados por el académico Rodrigo Paredes, coach del equipo. Tras el torneo los representantes de la Finis calificaron la experiencia como desafiante y enriquecedora, valorando la oportunidad.

“Participar en la ICPC fue una experiencia divertida y desafiante”, señaló Miguel Obanos,  destacando el ambiente competitivo y el nivel de los participantes. “Esto me permitió descubrir lo apasionante que es la programación competitiva”, afirmó. Para Eduardo Velásquez, esta fue la mejor experiencia que ha tenido representando a la universidad, “el poder conocer un lugar nuevo, despejar la mente de lo rutinario y poder enfocarme en una tarea la cual -además- sirvió para abrir los horizontes de la Finis, me nutrió mucho como futuro profesional y me dejó con ganas de seguir participando con una mayor preparación”, cuenta.

Eduardo, además comenta que “la mayor dificultad que surgió en la competencia fue poder distribuir correctamente el tiempo, las tareas y las ideas que surgieron para llevar a cabo los problemas (…) la presión también afectó el desempeño del equipo”, Benjamín Loaiza -en tanto- cree que la principal complicación fue “el no saber concretamente a que nos enfrentábamos, ni tampoco estar familiarizados con los sistemas que utilizaban en la competición”.

Sin embargo, los estudiantes también retornaron con aprendizajes importantes, para Benjamín esto se sintetizan en “entender que el trabajo en quipo bien implementado mejora y maximiza el desarrollo de todo tipo de problemas”, a lo que Eduardo agrega que “sin importar el desafío, afrontarlo de manera ordenada y con un equipo enfocado marca la diferencia”, idea que es complementada por Miguel, que señala que “aunque los problemas eran complejos, con más práctica se puede alcanzar un nivel mucho mayor”.

Proyección y desafíos futuros

El Dr. Rodrigo Paredes, académico de la Facultad de Ingeniería y coach del equipo, quien posee amplia experiencia en este tipo de torneos. “Siempre es refrescante volver a estás competencias, empecé el 2006 y después de un tiempo como parte del equipo organizador (2018 al 2023) ahora vuelvo a ser entrenador. Se siente el vértigo y es gratificante ver cómo se desenvuelven los estudiantes. Como primera vez con estudiantes de la Finis, fue una buena experiencia”, asegura.

Sin embargo, el Dr. Paredes tiene claro que aun hay trabajo por realizar y enfatizar con miras a futuras competencias. “Entrenar, entrenar y seguir entrenando es clave. Incluso sería ideal tener más equipos y hacer clasificatorias internas para fomentar la competitividad”, comentó.

El académico asegura que el equipo regresó a Santiago con el objetivo claro de mejorar sus habilidades y optimizar sus tiempos y ello lo refrendan los propios jóvenes. “Esperamos volver a competir en la edición de 2025, ojalá con más equipos representando a la Finis Terrae”, indica Loaiza.