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Estudiante alemana de intercambio: “Mi meta es trabajar en la Corte Internacional de La Haya”

Meike Olszak viene de estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad de Erfurt y en la Finis Terrae cursa el primer año de Derecho.

Publicado: Agosto 30, 2017

Meike Olszak es alemana y nació en Dortmund, ciudad industrial y mundialmente famosa por su equipo de fútbol, el Borussia. Ella misma saca el dato a colación, cuando en Chile le ponen cara de no saber dónde queda. Hace 3 años que dejó la casa de sus padres para irse a estudiar Relaciones Internacionales a la Universidad de Erfurt, carrera que “es un mezcla de economía, política y Derecho Internacional”. Hace pocos meses aterrizó en Chile para perfeccionarse en lo que más le gusta de sus estudios: la parte del Derecho.

Dice sentirse acogida desde que llegó al país, gracias al convenio internacional que tiene su plantel en Alemania con la Universidad Finis Terrae. “En general los estudiantes chilenos me ofrecen mucho su ayuda. Cuando tengo una pregunta o necesito algo, siempre hay alguien que lo hace”, dice agradecida esta joven que es parte del programa estudiantil Yunta, que disfruta recorriendo el mundo y que aprendió español en un viaje que hizo a Perú y otros países de Latinoamérica.

“En Chile estoy cursando el primer año de Derecho, porque por supuesto los contenidos de la carrera son diferentes a los míos, aunque ya he podido ver muchas similitudes”, reconoce Meike, quien nos concede esta entrevista donde confiesa su sueño de trabajar en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y reflexiona sobre lo importante que es en la vida conocer otras culturas y evitar la zona de confort.

¿Cómo es la Universidad de Erfurt de donde vienes?

Es una universidad pequeña -pública, como la mayoría en Alemania- con unos siete mil estudiantes. También es una universidad que tiene casi todas sus dependencias en un solo campus, como la Finis Terrae. El campus es muy bonito, con muchos árboles, flores y una mezcla de edificios antiguos y modernos.

¿Por qué te interesó estudiar Relaciones Internacionales?

De las tres áreas de mi carrera de relaciones internacionales, la que más me gusta es el Derecho. La política es de muchas palabras, siempre con opiniones diferentes y con muchas posibilidades diversas a la hora de analizar algo. El Derecho, en cambio, tiene una manera de proceder más matemática, más estructurada, y eso me gusta mucho. Además, Derecho es una carrera con la que puedes ayudar a la gente. En Alemania, algunos estudiantes dicen que el Derecho es aburrido, pero en realidad es un campo muy variado, que comprende historia, política, filosofía, etcétera.

¿Algún tipo de Derecho que te interese más?

Sí, me encanta el Derecho Internacional. En Erfurt estudié Derecho Civil, Derecho Político, Derecho Constitucional, historia del Derecho, Derecho Administrativo y de la Iglesia, Derecho de los refugiados y de la policía, y metodología de la investigación para entender el Derecho. Pero con todo eso, no puedo trabajar como abogada en Alemania, porque no cumplo con todos los cursos de la carrera de Derecho propiamente tal. Por la naturaleza de mi carrera, me tuve que concentrar en el Derecho internacional y estudiar, por ejemplo, Derecho de la Unión Europea, Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Penal, entre otros cursos. Mi meta es trabajar algún día en la Corte Penal Internacional en La Haya.

¿Qué te motivó a salir de tu país para perfeccionarte?

Yo sé que estudiar derecho fuera de tu país no es la mejor opción, pero me interesan mucho las cultures diferentes del mundo, así como aprender nuevos idiomas. Y precisamente la carrera de Relaciones Internacionales me motiva mucho para viajar y trabajar en países diferentes.

¿Cómo aprendiste español?

Es año pasado fui a Perú por un mes para aprender español. Después viajé por Perú, Chile, Argentina y Brasil por otro mes, donde seguí aprendiendo. Pero para hacer el intercambio necesitaba un nivel superior, por eso el semestre pasado participé en otro curso de español en mi universidad.

¿Por qué te interesó venir a estudiar a Chile?

Primero por el idioma y segundo por conocer una cultura nueva. Además, la naturaleza es increíble: me encanta hacer trekking y en Chile hay muchos lugares diferentes para hacerlo. Es como viajar por cinco países distintos a la vez, y la gente acá es hospitalaria y cariñosa.

¿Qué te ha parecido el país y qué sabías de Chile antes de llegar?

Lo que más me gusta de Chile es su naturaleza y la gente cariñosa. Pero como Santiago es una ciudad grande, los robos y el smog son cosas que no me gustan. Además, considero que es un país muy caro. Pero estoy a gusto y me siento muy bien. Finalmente, me puedo relajar y disfrutar, porque vivo y tengo la posibilidad de viajar en un país tan lindo.

¿Cómo te han recibido tus compañeros y profesores?

Me gusta mucho el programa Yunta en la Finis Terrae, porque cada estudiante de intercambio tiene un padrino chileno. Eso ayuda a que conozcas a otros estudiantes chilenos que te pueden ayudar cuando lo necesitas. Los estudiantes de mi carrera en Chile son muy cariñosos. En Alemania es diferente, porque los estudiantes de esa edad son más independientes que yo, y antes de terminar la escuela ya viven solos, lejos de sus padres. A mis compañeros en Alemania les interesa mucho la política también y por eso discutimos mucho de actualidad. Y me extrañó que eso no se diera tanto acá en Chile. Sobre los profesores: son muy simpáticos y parece que la relación con estudiantes es mucho más cercana que en mi universidad. Eso me gusta mucho.

¿Qué esperas haber ganado una vez que se termine tu pasantía en Chile?

Espero mejorar mi español en los próximos meses. También tengo que aprender “chileno” que es algo muy diferente (ríe). Por lo demás, solo quiero pasar un buen tiempo acá en Chile. Hoy mi motor es: la vida comienza al final de tu zona de confort.

¿Qué le recomendarías a otros jóvenes de la experiencia de salir a estudiar a otro país?

¡Hay muchísimas ventajas de hacer un intercambio! Por eso, se lo recomiendo a todos. Puedes desarrollar tus habilidades y vivir una experiencia que la sala de clases nunca te va a dar. Tienes la posibilidad de descubrir en ti, nuevas fortalezas y habilidades, conquistar nuevos retos y resolver nuevos problemas. Puedes encontrar muchos amigos nuevos y viajar. Es una experiencia única en la vida, que se debe aprovechar.

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