“Un sitio”, así se llamó el Trabajo Académico Colectivo (TAC) en el que participaron los estudiantes de arquitectura de los talleres III al IX, dando así el puntapié inicial a este nuevo año. Como jurados, participaron los socios de LAND Arquitectos y egresados de la Universidad Finis Terrae Ángela Delorenzo y Cristóbal Valenzuela, además del docente y arquitecto de la casa de estudios, Ignacio Correa.

Durante 10 días, los alumnos tuvieron que desarrollar una propuesta para una capilla de sitio en Portugal. Los ganadores del concurso fueron:

Primer lugar: Taller VI, docentes Olivia Coutand y Camilo Oliva. Proyecto “Habitar la piedra”. La capilla propuesta se ubica en el norte de la isla, en una estrecha relación con la cantera existente. Se pretendió resignificar la cantera otorgándole la función de atrio de acceso al proyecto, pero evitando su intervención a modo de respetar su calidad de sitio histórico. La propuesta refuerza la puesta en valor del elemento material histórico, además de proponer una inmersión que fortalezca el recogimiento y silencio.

Segundo lugar: Taller VI, docente Francisca Pulido y Giulio di Guiseppe. Proyecto “Habitar en dualidad”. Los estudiantes pusieron en valor las ruinas y preexistencias de la isla por medio de un recorrido que se inicia en el fuerte que está en el continente, para ir pasando por la ruina Romana y el fuerte, rematando en la cantera, donde el recorrido se hunde para alcanzar el nivel de suelo de ésta.
La operación propuesta es la de extraer cuatro bloques centrales y reubicarlos para ser soporte de la estructura superior, consiguiendo el espacio central de la capilla. La propuesta se completa con una envolvente de tela blanca (sobre perímetro y bloques) y negra para resaltar el espacio jerárquico de silencio.

Tercer lugar: Taller IV, docentes Rodrigo Sheward y Martín del Solar. Proyecto “Capilla del sutil recuerdo”. Una leyenda local habla acerca de cuando los piratas invadieron la isla y sólo encontraron viviendo a un hombre. De esta manera, la capilla en su función espiritual recoge estos fragmentos de un habitar en solitario. Para el proyecto, se levantó información de los vestigios de las ruinas, para hacer énfasis del método constructivo emplazado en la isla.

Menciones honrosas:

Taller V, docentes Mariana Vergara y Carlos Valdebenito. La propuesta reconoce y pone en valor el eje Norte-Sur de la isla, proponiendo construir un nuevo eje en sentido Oriente-Poniente, generando una nueva orientación destinada a articular el acceso a la isla, la iglesia y el lugar de contemplación, reconociendo una nueva apertura para redescubrir la isla en su nuevo recorrido, ubicando la capilla –enterrada para dramatizar el sobrecogimiento del acto- en el centro del nuevo eje.

Taller VII, docentes de Francisco García Huidobro y Brigitte Woodward. Proyecto “Capilla de las rocas”. La capilla, un monolito habitable, se antepone al paisaje entre la cantera y el horizonte marino de la isla. En esta posición, un volumen facetado, construido con láminas de mármol rosa portugués, determina una explanada entre la cantera y la rompiente. La propuesta busca rescatar la memoria del lugar, el paso del tiempo y crear una museografía natural a través de la su entorno.

El TAC concluyó el 25 de marzo, con el montaje de todos los proyectos en el hall de la Facultad de Arquitectura y Diseño; además, se realizó la conferencia “Paisajes híbridos” de LAND y la premiación a los proyectos más destacados.

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