A Esperanza Braghetto y Nicolás Romero se les ilumina el rostro cuando defienden sus ideas y plantean que no llegaron a la Facultad de Derecho a formarse para ganar plata, sino para servir a la sociedad. Para ellos, los conocimientos no se quedan en la sala de clases -donde son alumnos destacados- sino que “siempre estamos buscando hacer cosas más allá de la universidad”. Por estos días están abocados con entusiasmo a la primera etapa -de planificación- de su proyecto llamado “Pro Adulto Mayor”, con el que resultaron ganadores del concurso Desafío Pro Bono, y que se enfoca en ayudar a miembros de este grupo etario en su acceso a información y asistencia legal, para enfrentar la vulneración de sus derechos, específicamente en temas de abuso patrimonial.

Experiencias familiares de ambos estudiantes de la Finis Terrae explican por qué la iniciativa fija el foco en la Tercera Edad. En el caso de Nicolás, todo partió con la historia de su abuelo materno que, estando enfermo de Alzheimer, se vio vulnerado por alguien que quiso aprovecharse de su patrimonio. “Afortunadamente no pudieron hacerlo –cuenta el estudiante- pero nosotros como familia sentimos que no tuvimos la oportunidad de denunciarlo, porque no teníamos la información. Y esa es una de las grandes razones también de por qué hoy yo estudio Derecho”. Para Esperanza, en tanto, la gran razón de su inquietud por la labor social ha sido su abuela paterna. “Ella era voluntaria de Conapran (Consejo Nacional de Protección a la Ancianidad) y fue parte de su vida por mucho tiempo la ayuda social. Por eso a mí me llamó siempre la atención el tema”.

Para el proyecto, los estudiantes contarán con la asesoría de un estudio de abogados y trabajarán con juntas de vecinos de Providencia -la comuna con mayor Índice de Adultos Mayores (IAM) de la Región Metropolitana- a quienes ofrecerán charlas enfocadas en temas de derecho patrimonial. Esperanza Braghetto explica que la idea es informarlos para evitar casos recurrentes como cuando “alguien los declara interdictos y van a cobrar sus pensiones que nunca se las pasan, o cuando los hacen firmar escrituras para quedarse con sus casas”, por eso el foco de las charlas será “explicarles sus derechos y beneficios, pero también ser un puente entre el adulto mayor que sufre el abuso patrimonial y el estudio de abogados que los ayudará”.

“El adulto mayor en la actualidad está muy alejado de la sociedad, a pesar que está aumentando cada vez más la población de adultos mayores. Y más en particular, nos dimos cuenta que en el tema patrimonial están muy poco informados y desprotegidos”, reflexiona Nicolás Romero. Por eso, además de las charlas, les entregarán información en trípticos que sirvan de guía con los pasos a seguir en el caso de una vulneración de sus derechos. “Nuestra idea es que la información llegue a ellos y no ellos a la información –aclara Esperanza Braghetto- porque muchas veces tienen discapacidades para moverse, no saben usar Internet y a varios les cuesta escuchar o ver bien”.

Es primera vez que un equipo de la Universidad Finis Terrae se adjudica un premio de la Fundación Pro Bono, hecho que llena de orgullo a los ejecutores de la iniciativa, quienes postularon cuando recién cursaban su primer año de Derecho. “Es gratificante ser parte de esta Facultad porque los conocimientos que nos dieron en primero fueron muy útiles para hacer este proyecto -recalca Esperanza Braghetto- y la Finis Terrae tiene un gran rol social, porque no sólo están pendientes de formarnos para ser abogados exitosos, sino también para que hagamos una ayuda más allá”. Nicolás agrega que “los profesores tienen una relación cercana con los alumnos y siempre nos estimulan a investigar más”.

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