Estudiantes de Ingeniería Comercial asisten a charla sobre las novedades de la IA
Los desafíos de las nuevas tecnologías y las investigaciones de su aplicación de la creatividad fue el punto central de la exposición realizada en la Universidad Finis Terrae.
“La inteligencia artificial es una herramienta, no un fin”, explicó el David Juárez Varón director de Marketing y Comunicación (Macom), de la Universidad Politécnica de Valencia, en la ponencia neuromarketing e inteligencia artificial (IA), a un grupo de alumnos pregrado de esta disciplina de la Universidad Finis Terrae.
El académico explicó a los estudiantes que la IA va a facilitar el trabajo de los creativos, reduciendo, por ejemplo, la tarea de ilustración de tres días a 16 minutos. A esto se agrega que el neuromarketing apunta a la activación emocional de las personas, gracias a los estudios biométricos del cerebro, que comenzaron en la década del ‘90.
El director de Macom explicó que su área de estudio parte desde la investigación, que hoy está enfocada en la elaboración de una IA generativa que se asimile a la humana. En su exposición, el profesor mostró imágenes maravillosas realizadas con esta nueva tecnología.
“Llevamos varios años investigando sobre neuromarketing y la inteligencia artificial. Por eso, el que tengamos este espacio, nos ayuda a establecer puntos de unión tanto con los estudiantes como con los docentes, de manera que podamos hacer investigaciones conjuntas en este mundo tan apasionante que es el neuromarketing y las aplicaciones de inteligencia artificial”, señaló David Juárez, tras finalizar su charla.
El académico español agregó que un estudiante de marketing del siglo XXI “tiene que tener en cuenta las tecnologías que se ponen a su disposición. Si disponemos de las biometrías y de las tecnologías en el marketing, podemos mejorar la eficiencia de todas las acciones que llevan a cabo las personas”.
La directora del Magíster de especialización en Marketing y continuadora de línea de marketing, Stephania Paretti, explicó que esta charla se dio en el contexto de una colaboración entre la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Finis Terrae.