Quienes el pasado jueves circulaban por el patio de Casa Central no quedaron indiferentes al verdadero espectáculo que allí ocurría. Estudiantes de segundo semestre de primer año de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil Informática, llegaron con sus respectivos cañones y catapultas, construidos por ellos, con el desafío de ponerlos a prueba, lanzando pelotas de tenis hacia un objetivo predeterminado.

A cargo de la actividad estuvo el Dr. José Moya, quien destacó la positiva evaluación de la jornada, considerando que formaba parte de las últimas notas del semestre. El enfoque principal residía en medir los conocimientos adquiridos durante el curso de Mecánica, centrándose en el desarrollo de catapultas y cañones, para el lanzamiento de proyectiles mediante dispositivos a escala mayor.

“Lo que se evaluaba -principalmente- es que los alumnos pudieran realizar o poner en práctica lo aprendido durante el curso, que básicamente se centraba en el desarrollo de una catapulta o lanzamiento de proyectiles, mediante un dispositivo a escala mayor”, explicó el académico.

El  entusiasmo de los estudiantes fue un punto destacado para el Dr. Moya, aunque reconoció que la eficiencia de los dispositivos variaba según las habilidades de los estudiantes, subrayó la importancia de la motivación en este tipo de proyectos.

Luego de las presentaciones de los diversos grupos, el equipo conformado por Cristóbal Barra, Antonia Angulo, Carolina Gárate y Esmeralda Arteaga, se alzó como ganador. Su dispositivo cumplió con los requisitos de diseño, originalidad, versatilidad y desempeño, destacando entre las propuestas presentadas.

Los integrantes del equipo ganador compartieron su experiencia, resaltando no solo lo aprendido durante el proyecto, sino también la camaradería y la creatividad exhibida en cada uno de los lanzadores. Cristóbal Barra señaló que “fue una bonita instancia para poder compartir con las demás secciones y los demás compañeros y ver la creatividad que tenían en cada uno de los lanzadores que hicieron”. Carolina Gárate añadió que fue “una buena forma de aprender sobre la materia y mejor aún si se compite”.