Estudiantes participan de oyentes en alegato en la Suprema: “Fue una visita muy gratificante y motivadora”
Los jóvenes de segundo año de Derecho de la Universidad Finis Terrae recorrieron el Palacio de Tribunales, en una actividad que es parte de la cátedra de Derecho Procesal II.
“La mayoría de las veces uno pasa por afuera y no sabe lo que sucede acá adentro”, confiesa Diego Martínez, estudiante de Segundo Año de Derecho de la Universidad Finis Terrae, que agradece la oportunidad de visitar por primera vez -junto a sus compañeros de curso- el historico palacio que que alberga a la Corte Suprema, la Corte de Apelaciones y la Corte Marcial del Ejército, la Fuerza Aérea y Carabineros. “En la parte que estamos de la carrera, una visita como ésta nos motiva a ponerle mucho más entusiasmo y ojalá estar pronto acá jurando”, reconoce el joven aspirante a abogado.
La actividad forma parte de la cátedra de Derecho Procesal II que imparte el profesor Julio Rojas Chamaca y que permite a los futuros profesionales conocer cómo están distribuidas las distintas cortes en el Palacio de Tribunales, cómo operan los diversos trámites que ahí se realizan y cómo trabajan sus ministros. Durante dos jornadas consecutivas, los grupos recorrieron todos los pisos del edificio, conociendo las oficinas donde se ingresan los recursos, las tablas donde se informan las actividades del día y la biblioteca de la Corte Suprema que está a disposición de los estudiantes de Derecho de todo Chile.
“El objetivo de la visita es que los alumnos conozcan el funcionamiento de la Corte Suprema y adicionalmente observar alegatos de abogados en materias civiles y penales. Es una forma de reconocer cómo es el ejercicio profesional, la actividad jurisdiccional y los actos procesales, como forma de cumplir con determinadas exigencias de justicia”, explica el profesor Rojas, al destacar que lo primero que llama la atención de los estudiantes “es la formalidad del ambiente, lo solemne del edificio y la estructura del Poder Judicial. Luego, les interesa también como es la actividad profesional en la práctica y no sólo en la teoría”.
“Que vengan a visitar este lugar cuando están cursando su Segundo Año es algo muy útil”, agrega la ayudante de la asignatura, Josefa Huerta, “porque constituye el primer acercamiento de lo que van a vivir en el futuro”.
Julio Rojas sostiene que “el trabajo del juez es apasionante y colmado de desafíos. Por lo tanto, si algún alumno se anima a ingresar al Poder Judicial, le recomendaría que estudie y litigue en forma previa en diversas materias, porque la experiencia y la sabiduría son las mejores aliadas de los jueces”.
UN ALEGATO REAL: “COMO EN LAS GRANDES LIGAS”
En una de las jornadas, por ejemplo, los visitantes asistieron de oyentes al alegato con el que abrió la tabla de la Primera Sala de la Corte Suprema, que estuvo presidida por el ministro Héctor Carreño, e integrada por los también ministros Guillermo Silva y Rosa María Maggi, además de los abogados integrantes Daniel Peñailillo y Juan Eduardo Figueroa.
El profesor Rojas explica que “la defensa jurídica se aprecia en plena magnitud en los alegatos, donde un abogado prepara con tiempo su recurso, aplicando las fuentes del derecho y exponiendo su visión a los jueces”, de ahí la importancia que los futuros profesionales de la Finis Terrae pudieran participar de ese proceso, cuya validez también radica en que “se cumplan ciertas formalidades que buscan asegurar la bilateralidad o igualdad de las partes. Los alumnos estudian ello en el curso, y lo anterior evidencia la necesidad de complementar la docencia tradicional con actividades prácticas como ésta”.
Por su parte, la ayudante de Derecho Procesal II valoró el respeto e interés demostrado por los estudiantes durante la audiencia, y la disposición de los propios magistrados y litigantes presentes, que buscaron ser didácticos con los jóvenes visitantes. “El Presidente de la sala fue muy amable al intentar pedirle a las partes que explicaran de qué se trataba la causa, considerando que los alumnos no tenían conocimiento de ella. Fue muy cercano y eso ayudó a que los chicos pudieran entender de lo que se trataba”, explicó Josefa Huerta.
Para el estudiante Brian Novoa fue “una experiencia muy didáctica” haber conocido donde trabajan los ministros de la Corte Suprema y haber presenciado un alegato real: “Me llamó la atención la manera en como se explayaban los abogados frente a los ministros, siempre pidiendo el permiso necesario. Poder apreciar el conocimiento que tenían para alegar, es algo que no se ve todos los días”. A Camila González, en tanto, le llamó la atención “la formalidad que tiene la audiencia, el respeto que hay hacia el Presidente de la sala y cómo él distribuye y maneja los tiempos”. A la joven le llamó especialmente la atención cómo los abogados fueron capaces, en pocos minutos, de “hacer un resumen de toda una causa: de cuáles fueron los motivos del conflicto, de cuáles fueron los tribunales de primera instancia a los que se llegó, además de los recursos que se interpusieron”.
Diego Martínez, por su parte, dijo que se trató de “una visita muy gratificante y motivadora, porque uno estudia tanto y siempre se pregunta ¿cuándo y cómo voy a usar este conocimiento? Entonces ver como los abogados aplican todo y con la confianza y el desplante que lo hacen, nos hace sentir que lo que se estudia, después puede llevarse a cabo”; mientras que la estudiante Valeria Salazar confesó que la visita le ratificó la necesidad de seguirse perfeccionando, porque “todavía no me siento preparada para estar ahí, alegando. Si bien entendía los tecnicismos, las materias eran complejas. Son como las grandes ligas”.
Durante el recorrido, los jóvenes de Segundo Año de Derecho también sostuvieron una breve charla con el Secretario de la Corte Suprema, Jorge Sáez Martin, quien los invitó a reflexionar sobre la importancia de la ética profesional, para que cuando trabajen como abogados en el futuro, siempre sean capaces de inspirar confianza a la ciudadanía.
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