Exitosa pasantía de estudiante de la Finis en la Suprema: “Me sentí muy preparada para enfrentar el desafío”
Vanessa Campos, de 24 años, se desempeñó durante dos meses y medio en la Dirección de Estudios del máximo tribunal del país.
Vive en la comuna de San Bernardo y será la primera abogada de su familia. Vanessa Campos Madrid tiene 24 años y se define como una mujer “humanista” que quiso dedicarse a las leyes porque “sentía que tenía un rol social que cumplir para actuar como agente de cambio”. Esta estudiante de Derecho de la Finis Terrae tiene las cosas claras y acaba de cumplir una etapa muy satisfactoria de su formación profesional: realizó con éxito una pasantía en la Dirección de Estudios de la Corte Suprema.
De los siete pasantes, fue la única de un plantel privado. “Siempre fui una alumna responsable, con buenas notas y nunca reprobé un ramo”, reconoce Vanessa, pero precisa que el mérito también es de la Facultad donde se formó, porque “la preparación teórica y práctica que nos dan, nos permite enfrentarnos satisfactoriamente al mundo laboral, aunque lo más importante es la base de ética y espíritu de servicio que recibimos en la Finis”.
En esta entrevista, la futura abogada nos cuenta de la gran oportunidad que tuvo de trabajar con ministros, abogados y otros profesionales del máximo tribunal, “sin duda una experiencia profundamente enriquecedora y una pasantía muy interesante”.
¿Cuán preparada te sentiste durante la pasantía en la Corte Suprema, con los conocimientos que te entregó la Finis Terrae?
En la convocatoria de la pasantía fuimos siete los pasantes, seis de ellos eran alumnos de la Universidad de Chile y yo, que era de la Universidad Finis Terrae. Me sentí muy prepara para enfrentar el desafío, me desenvolví muy bien con el equipo que se formó, incluso se me extendió la pasantía un par de semanas, para seguir aportando en la preparación de un seminario que se me encomendó.
¿Con que impresión te quedaste del trabajo que ahí se hace y los profesionales que lo ejercen?
Me tocó trabajar con ministros de la Corte Suprema, abogados, economistas, ingenieros, sociólogos y otros funcionarios del máximo tribunal. Al ser un equipo multidisciplinario, la experiencia es más interesante, ya que no sólo me vinculé con el mundo del Derecho, sino también con otras áreas afines, que hacen que el trabajo final sea más completo e integral.
¿Qué fue lo más complejo o desafiante de trabajar en la Corte?
Enfrentarse a un ambiente laboral bastante exigente, debido a la carga de trabajo.
¿Qué tipo de labores te tocó desempeñar en la Suprema?
Diversas labores de investigación, por ejemplo la realización del baremo -o tabla de cálculos- de expropiaciones para la Tercera Sala de la Corte Suprema. Ahí analizábamos las sentencias de expropiaciones de varios lugares: Talca, San Clemente, Coronel y Puerto Montt, entre otros. También de las nuevas líneas 3 y 6 del metro -en Santiago- con el fin de levantar la información necesaria para que los ministros fijen el precio más justo para el metro cuadrado a expropiar, considerando a veces se calcula a valores muy bajos.
También participamos en las Colecciones Jurídicas de la Corte Suprema. Me toco investigar jurisprudencia sobre Derechos Humanos y Empresas, información que después sirvió de insumo para un seminario de esos temas, en la misma Corte.
¿Qué otras actividades durante la pasantía aportaron a tu crecimiento profesional?
Tuvimos talleres vinculados al acceso a la justicia, donde se dieron a conocer problemáticas por mejorar dentro del Poder Judicial. Además participamos en algunas salidas, como seminarios de interés y visitas al Palacio de La Moneda y las zonas de tránsito del Centro de Justicia, lugar por donde pasan los imputados hasta la sala del Juez de Garantía y Oral en lo Penal.
¿Y qué conocimientos aprendidos en las aulas de Derecho de la Finis te sirvieron más?
En general, todos los conocimientos adquiridos en las distintas asignaturas de la carrera, pero especialmente la posibilidad de haber sido ayudante de investigación de Derecho Comercial, para la profesora Sara Moreno, porque esa experiencia potenció las herramientas para poder desempeñarme mejor durante la pasantía. Y no hablo sólo de conocimientos teóricos, sino también de las habilidades blandas y valores que entrega la universidad a través de sus ramos de formación general. Todo ello nos da una identidad de compromiso con la sociedad, donde marcamos la diferencia con nuestra visión del Derecho.
¿Cómo cambió tu visión sobre el Poder Judicial después de haber pasado por la Suprema?
Aún hay desafíos por enfrentar dentro del poder judicial, relacionados con el acceso a la justicia, para ir superando las barreras que afectan a los grupos más vulnerables.
¿Por qué recomendarías a tus compañeros hacer una pasantía en la Corte?
La recomiendo para todos aquellos a los que les interesa la investigación, porque es una oportunidad muy enriquecedora, donde se abren muchas puertas y constituye un aporte académico importante.
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