“Este programa nació buscando subsanar una necesidad expresada por nuestros propios estudiantes”, destaca la Directora de la Escuela de Derecho, doctora Ángela Arenas Massa, quien explica que “las causas que se reciben a través de la Clínica Jurídica Civil-Familia contienen información altamente confidencial, lo cual genera una carga emocional aún mayor. Por eso estos talleres grupales son tan buenos, porque entre los alumnos sí pueden comentar los casos —ya que son todos patrocinantes—, mientras que el terapeuta también está sujeto a secreto profesional por el artículo 247 del Código Penal”.
“Al compartir sus experiencias grupalmente los estudiantes se descomprimen emocionalmente y se dan cuenta de que lo que sienten no solo les pasa a ellos”, agregó la directora Arenas, destacando que “esta actividad los ayuda a ser mejores personas y profesionales, ya que si nuestros alumnos están mejor preparados desde los afectos para lidiar con estas emociones, van a dar mejor atención a sus clientes”.
“Los profesionales del Derecho por lo general se exponen a situaciones dolorosas a través de la escucha de relatos que suelen ser muy difíciles”, explica Bryan Barrios, Director de Pastoral de la Fundación Padre Hurtado. “Esos relatos que están cargados de dolor y de tragedia, generan un impacto emocional en ellos. Este taller busca entregarles herramientas para prevenir un impacto negativo y ayudarles a manejar esas emociones a través de distintas estrategias”, explicó.
“Esta es una instancia bien innovadora que ayuda mucho a mantener una conexión emocional con la gente, porque uno entra a esta carrera y lo primero que te dicen es ‘no seas emocional, lo más importante acá es la objetividad’, cuenta María José Orellana, estudiante de quinto año de nuestra Facultad.
“La verdad es que no involucrarse emocionalmente con las causas de la Clínica Civil Familia es difícil”, agregó la también alumna de quinto año, Kate Braukmann. “Hay casos que son horribles y es inevitable no ser empática. La participación en el taller me brindó herramientas que me permitieron sobrellevar de mejor manera la carga emocional del trabajo que se realiza en Clínica, en especial, aquellas causas sobre violencia intrafamiliar y medidas de protección”, señaló.
Por su parte, la alumna María Francisca Pizarro, señaló que participar en el taller le “hizo cambiar la perspectiva” en relación a “qué hacer cuando se me presenta una causa que es muy fuerte o que me impacta emocionalmente”, agregando que “fue una muy buena instancia porque generó un espacio para poder hablar con mis compañeras, escuchar sus testimonios y aprender cómo lidian con las causas que les impactan”.
“Fue un muy buen taller que debería replicarse en otras generaciones de la carrera”, concluyó, en relación a este programa piloto que la Escuela de Derecho de la U. Finis Terrae continuará realizando para sus estudiantes durante el 2023.
Puede conocer más detalles sobre los talleres en los videos pinchando en este enlace y acá.