Innovación nutricional Finis Terrae: El alga parda se convierte en aliada en la creación de un alimento destinado a personas mayores
El equipo del Centro de Investigación en Nutrición Avanzada en Salud (CIANS), liderado por la Dra. María Salomé Mariotti-Celis, trabaja actualmente en el desarrollo de una bebida láctea con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias para mejorar la calidad de vida de adultos mayores.
Comprender los beneficios para la salud que podría brindar la incorporación de compuestos activos presentes en las algas en la alimentación de la población, en particular, de las personas mayores fue el objetivo de la jornada científica “De la Naturaleza a un Envejecimiento Saludable: Explorando los Antioxidantes y las Propiedades de las Algas”, que se realizó en la U. Finis Terrae.
Esta actividad, que se enmarca en el proyecto Fondecyt liderado por la Dra. María Salomé Mariotti-Celis, reunió a expertos en el campo de la salud y nutrición de las personas mayores, ciencia de los alimentos e industria nacional, quienes compartieron resultados de investigaciones tanto en Chile como en Europa. Ellos compartieron sus visiones y perspectivas respecto de cómo el trabajo conjunto puede aportar a mejorar la salud y calidad de vida de este grupo emergente de la población.
Aumento de la esperanza de vida a nivel mundial
Las personas mayores son un grupo de la población que crece rápidamente. El Dr. Carlos Márquez, investigador en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile expuso sobre el rol de la nutrición en el envejecimiento poblacional y comentó que, como en todo el mundo, en nuestro país se trata de un segmento cada vez más importante. Por esta razón, en 2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió y puso en valor el concepto de envejecimiento saludable, que hace referencia a un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida.
Este segmento de la población atraviesa una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales. Uno de los efectos más evidentes y, a la vez, que conlleva mayores complicaciones en la cotidianidad es la presencia de la sarcopenia. Se trata de un síndrome caracterizado por la pérdida progresiva y generalizada de la masa y la fuerza del músculo esquelético. Esta condición es un importante contribuyente al riesgo de fragilidad física, deterioro funcional en las personas mayores, mala calidad de vida relacionada con la salud, entre otras.
En Chile, casi 1 de cada 5 adultos mayores a 60 años padece sarcopenia, lo que aumenta considerablemente en personas mayores de 80 años, llegando a casi un 40% y uno de los factores que contribuye a la presencia de esta condición es el sedentarismo y una nutrición no adecuada.
Déficit vitaminas y otros nutrientes en personas mayores
La mala nutrición en personas mayores se atribuye a diversos factores. Estos incluyen la reducción del metabolismo debido a la disminución de la actividad física, la pérdida de gusto y olfato que disminuye el apetito, la reducción de las secreciones gástricas que afecta la absorción de nutrientes, y los problemas de masticación y deglución que complican la alimentación.
Un estudio anterior, llevado a cabo por el CIANS en colaboración con la Universidad de Chile y la UTEM, reveló que en la Región Metropolitana muchas personas inscritas en el Programa de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (PACAM) no sólo dejaban de consumir los alimentos proporcionados por el programa, sino que también presentaban déficits de vitamina D, B12 y calcio.
Los efectos de la malnutrición en las personas mayores tienen diversas consecuencias, como la supresión del sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Además, influyen en la recuperación de enfermedades, prolongándolas, lo que conlleva una carga económica tanto para las familias como para el sistema de salud.
Además de lo mencionado anteriormente, es importante destacar que los riesgos asociados con una nutrición inadecuada se incrementan aún más cuando se considera la presencia de otras condiciones médicas, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, especialmente en edades avanzadas.
Sobre este tema, la investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición de España, Dra. Jara Pérez, expuso sobre la eficacia de ciertos nutrientes, específicamente los polifenoles que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, especialmente en las algas.
“Estos nutrientes han demostrado resultados muy prometedores en la prevención de enfermedades de alta relevancia en la actualidad, como la obesidad o la diabetes tipo 2, lo que añade un componente crucial a la exploración de las propiedades de las algas para un envejecimiento saludable”, agregó la Dra. Pérez.
Desarrollo innovador
Tomando en cuenta esta necesidad de la población mayor, el equipo del CIANS trabaja actualmente en el desarrollo de un producto alimentario: una bebida láctea enriquecida con las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que se encuentran en el alga parda, o cochayuyo. Este proceso implica la extracción de los nutrientes del alga y su posterior encapsulación para su inclusión en un alimento de consumo masivo.
“El proceso de encapsulamiento es esencial, ya que somos conscientes de que en la población chilena, el sabor y el olor de las algas no son muy populares. De esta manera, logramos ocultar o enmascarar estas características sin comprometer sus beneficios nutricionales”, agregó la Dra. Mariotti-Celis.
Las algas son un alimento complementario en la prevención de la sarcopenia lo que no sólo es un aspecto que afecta el ámbito de la salud, sino que permite fomentar la independencia y vitalidad de las personas mayores, permitiéndoles mantener su autonomía y disfrutar de un envejecimiento saludable y activo. Este enfoque innovador puede ser un recurso valioso para toda la sociedad en su viaje hacia el envejecimiento.
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