Durante dos años, Pía Acevedo investigó sobre la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, única tradición de este tipo que no ocupa torno ni horno. A partir de una iniciativa de la Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, para divulgar el conocimiento de los alfareros y alfareras, la académica comenzó a investigar sobre este oficio reconocido por Unesco y que cuenta con un mandato de divulgación impulsado por las propias alfareras.
El proceso incluyó lo más clásico en la metodología – la revisión de fuentes, archivos, bibliografía- pero además contó con un trabajo a nivel territorial que incluyó encuentros de memoria con alfareras y alfareros. “En ese sentido, lo que busca un poco este libro y lo que se puso como objetivo al equipo es poder relevar esa dimensión cotidiana de la alfarería, es decir, si bien hay registros importantes que ya existen (…), nosotros quisimos aportar también a ello desde esta perspectiva, de conversar con las alfareras, de estar en este espacio y conocer un poco las dinámicas. Es importante que la gente sepa que para poder configurar esta pieza hay que hacer una recolección de la materia prima, de la arcilla, solo en verano y se trabaja en base a ciclos lunares. Entonces hay una serie de temas que pueden aportar a que las personas que desconocen esto tengan mayor atención, tengan una mayor valoración gracias a poder conocer el proceso de manera más íntima”, señala Pía Acevedo.
Por otra parte, la académica comenta la admiración que le provocó el trabajo de las alfareras: “Me resultó muy conmovedor, desde varias dimensiones: desde lo noble que resulta la artesanía, del apego que uno tiene y el valor que le da a estos objetos, pero porque además sabe que detrás de esos objetos no hay una producción industrial sino que hay una manualidad y una temporalidad. A mí me sorprendió muchísimo entender lo cíclico que es el proceso. (…) Hay una diferencia también entre lo que es ornamental y utilitario: hay una dimensión para la decoración, obviamente, pero hay otra también que tiene que ver con la vida cotidiana de las casas, de las mujeres resolviendo ahí las distintas dimensiones”.
El libro está ilustrado en base a los testimonios de las alfareras y alfareros, que incluye desde los 16 pasos para lograr una pieza de alfarería hasta el sentir de estos trabajadores en torno a su oficio. Debido al mandato de divulgación de Unesco, está disponible de manera gratuita en la web de la Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial y próximamente se podrá encontrar en bibliotecas.