Desde pequeña supo que su vida estaría rodeada de números y cálculos matemáticos. Ese gusto la condujo a formarse en la Universidad Finis Terrae y hoy a ser parte de “las grandes ligas”. Es que Javiera Ruiz (23), quien egresó en 2022 de Ingeniería Civil en Informática y Telecomunicaciones, en la actualidad forma parte del área de Proyectos de Infraestructura del Banco Itaú, institución a la cual accedió a través del programa Talento Digital siendo la única mujer de un total de 10 profesionales.
Sin dudas, toda una experiencia que decidió contar para entusiasmar a las nuevas generaciones que recién están por partir con su educación universitaria. “En el Banco Itaú he tenido la oportunidad de trabajar con un excelente equipo humano. He aprendido que lo más importante es apoyarnos entre todos para lograr los objetivos del grupo”, relata Javiera mientras reflexiona acerca de lo positivo que ha sido para ella su paso por esta Casa de Estudios. “La formación universitaria ha resultado de suma importancia para mi desarrollo laboral. Sin duda me ha entregado las herramientas necesarias para desempeñarme de mejor manera, dándome competencias no sólo a nivel técnico, sino que principalmente a nivel de habilidades blandas”, destaca la profesional.
Javiera hace una pausa tras ser consultada sobre su opinión respecto de desempeñarse en un sector en el que se desenvuelven principalmente hombres. “En el mundo laboral, las mujeres con las que me he topado me inspiran y me motivan a crecer profesionalmente. Destacan en un mundo en el que, me atrevería a decir, el 90% son hombres. Pero ellas saben cómo guiar, conciliar y resolver con un manejo único muchos problemas que se van presentando. Siento que las mujeres tienen mucho que aportar desde una mirada distinta a la que tienen los hombres. De este modo se puede hacer equipo y lograr resultados increíbles”.
-Y durante la carrera, ¿cómo fue tu experiencia en este sentido?
-Fue complejo estar en una carrera en la cual era la única mujer de mi generación. Sin embargo, tuve la suerte de compartir con unos muy buenos compañeros que jamás me dejaron sola. Tampoco me excluían de sus actividades fuera de la universidad. Finalmente somos un gran grupo de amigos, en el que sé que puedo confiar. Además de que no por ser mujer se me vio con menos capacidades para poder lograr cualquier cosa que se me solicitara. Estudiar en la Finis Terrae es estar en un ambiente de confianza y muy familiar, donde todos los estudiantes de la carrera nos conocemos, los profesores te conocen y se generan lazos más allá del aula.
-¿Cuál crees que ha sido tu mayor desafío?
-Mi mayor desafío ha sido poder compatibilizar el trabajo con el estudio, debido a que los dos últimos años de carrera comencé a trabajar como ingeniera, primero para Banco Internacional y actualmente en Itaú.