Macarena Urzúa y su pasión por el vacío
Las investigaciones de la académica de Arquitectura buscan relacionar las sinapsis cerebrales con la espacialidad museográfica. “La arquitectura es la materia que construye el vacío”, precisa.
El vacío y las conexiones cerebrales son las inquietudes de Macarena Urzúa, quien pertenece a la primera generación de egresados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae, donde hoy se desempeña como académica e investigadora.
La arquitecta es hija de médico, un dato crucial para comprender su interés en el estudio del cerebro, que la llevó a realizar un magíster en Neurociencia. Desde la Arquitectura, explica, “relaciono el mundo cerebral con el mundo del espacio. Esa es la analogía que hago. Por eso planteo que si tenemos tan maravillosas conexiones cerebrales, el espacio o el diseño museográfico también debiera lograr esa interconexión”.
En ese sentido, la académica es parte de la iniciativa The blue brain project, que se desarrolla en Suiza y que reprodujo con inteligencia artificial 2 mm del cerebro de un ratón, lo cual permite ver todas las redes neuronales y las conectividades entre ellas.
“El primer artículo, que se llamaba ‘El arte de hilar el vacío’, hace una relación con las sinapsis cerebrales versus la espacialidad museográfica. Si yo lograra entender esas muestras museográficas, generando interconexión, como lo hacen las sinapsis, a mi parecer, se empieza a hilar ese vacío y la arquitectura es la materia que construye el vacío”, precisa.
La académica recién terminó de escribir un segundo artículo para el Centro de Diseño y Comunicaciones de la Universidad de Palermo, Buenos Aires, titulado “Vacío Des_Velado …. Materia Inquieta”, continuación del primer artículo en el que aborda el diseño museográfico
Otra área de investigación de la arquitecta es el patrimonio. Para el Día de los Patrimonios está trabajando con Rodrigo Santa María, arquitecto y académico de Finis Terrae, en asociación con su oficina Siglo 22 Arquitectos, para efectuar una instalación que ponga en valor un espacio en abandono. El lugar está aún en definición y la exposición será abierta al público.
En su rol de académica, Macarena Urzúa interactúa con jóvenes que están en formación para convertirse en arquitectos, generaciones inquietas intelectualmente que, a su juicio, bien podrían dedicarse a la investigación. “Creo que la mejor manera de incentivarlos a la investigación es entender lo que ellos mismos ya hacen cotidianamente, porque eso se puede transformar en una investigación que, a su vez, entrega una apertura hacia la construcción de una nueva mirada”.
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